El briefing con la prensa del día de ayer comenzó con un minuto de silencio que el padre Federico Lombardi pidió por las víctimas del accidente ferroviario en Santiago de Compostela, tragedia que se ha llevado la vida de 78 personas y numerosas víctimas. El portavoz del Vaticano confirmó que el santo padre ya ha sido informado y que se une al dolor e invita a rezar y a «vivir en la fe este momento de dolor».
Sobre la misa de Aparecida recordó que también los papas precedentes, Benedicto XVI y Juan Pablo II, realizaron viajes a santuarios marianos importante y que esto «es una continuación de la devoción mariana de los papas». La visita a Aparecida para el papa Francisco tiene una importancia singular por la conferencia del episcopado latinoamericano que allí tuvo lugar en el 2007. Lombardi remarcó la presencia ecuménica y religiosa en la misa de Aparecida: había un imán musulmán, un representante hebreo y de diferentes iglesias orientales.
Los fieles allí presente eran 200.000, había mucha gente también en el exterior del santuario y a lo largo del recorrido desde allí hasta el seminario. También señaló la noticia que el papa dio en el balcón cuando anunció que volverá en 2017, cuando se celebra el tercer centenario del descubrimiento de la imagen de la Virgen de Aparecida.
Sobre la visita del papa al seminario, el padre Lombardi explicó que Francisco bendijo una estatua gigantesca de san Frei Galvao, canonizado por Benedicto XVI en 2007 en Sao Paolo. Después el papa almorzó con los seminaristas, el séquito y otras personas allí presentes. Al final saludó personalmente a los cocineros y personal del servicio y salió al patio donde había un grupo de 40 monjas de clausura que le esperaban bajo la lluvia. «Este encuentro con las monjas de clausura ha sido extraordinario. Pensamos que las monjas son tranquilas, pero estaban absolutamente emocionadas…. Ha firmado libros a todas las monjas», añadió el portavoz del Vaticano.
En relación a la visita al hospital, señaló que había muchísimos jóvenes en las calles de alrededor y que hubo un momento de acogida muy vivaz. Lombardi quiso recordar la postura que el papa tomó respecto a los que creen que la liberalización de las drogas sería la solución. «El papa dice que no, que se debe ir a la raíz del problema y no solamente dejarlo pasar», explicó.