Más de un centenar de reliquias sacras de inestimable valor han sido repatriadas a Chipre el pasado mes de octubre, cuatro décadas después de haber sido expoliadas tras la invasión turca de 1974.

Los 173 iconos, mosaicos y frescos, obras elaboradas entre los siglos siglo XI y XIX, son solo una pequeña parte de las 20.000 piezas ortodoxas, en su mayoría iconos, que se considera que salieron ilegalmente de Chipre tras la invasión de la parte septentrional de esta isla mediterránea por el ejército turco.

Según el director del Museo Bizantino de Nicosia, Ioannis Iliadis, estas reliquias, tras las investigaciones de la Interpol y de las autoridades alemanas, fueron halladas en 1997 en Múnich en la residencia de un traficante de arte turco.

Entre las reliquias más importantes recuperadas, hay mosaicos procedentes de la capilla de Kanakarias del siglo VI, frescos del siglo IX, y otros del XVI y XII.

En cuanto a los iconos, la mayor parte de los repatriados son de fechas algo más recientes, porque el traficante vendió los iconos más antiguos.

Después de que Turquía invadiera y pusiera bajo su control militar el norte de Chipre, se intensificó el tráfico ilegal de antigüedades y tesoros eclesiásticos, con unas 500 iglesias y monasterios saqueados o destruidos, y miles de iconos vendidos a comerciantes de arte en el exterior. La mayor dificultad para recuperar estas obras es demostrar su procedencia.

A partir de 2003, la iglesia de Chipre puso en marcha un programa para catalogar sus iglesias y objetos sacros, intentando así proteger su patrimonio religioso en el norte del país.

Desde el comienzo de la era Cristiana en el siglo I, Chipre fue un importante puente entre Tierra Santa y Roma por un lado, y Constantinopla, por otro.

Durante los inicios del cristianismo estuvieron en Chipre el evangelista San Marcos, los apóstoles Pablo y Bernabé, que trajeron esta religión a la isla apenas 50 años después de Cristo.