El arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati Andrello, recibió la noticia de su nombramiento cardenalicio cuando el domingo lo llamó por teléfono el obispo de Calama para felicitarlo, porque acababa de escuchar que el Papa lo había nombrado cardenal.
“El Papa, en su libertad, elije a quienes cree que le pueden ayudar en la Iglesia» indicó Ezzati en declaraciones publicadas en la web del arzobispado de Santiago. Y añadió que «ser cardenal es un signo de una cercanía de servicio al Papa en su misión de pastor universal».
«Que el Papa elija a algunos obispos para este servicio de cardenales significa que el Santo Padre confía en su consejo y su ayuda a su ministerio universal”. Ser cardenal, concluyó Ezzati, es simplemente un servicio a la Iglesia que el Papa pide a algunos obispos y yo espero vivir en la humildad y en la sencillez esta distinción del Santo Padre”.
Precisó que si bien ha sido llamado a integrar la Congregación para la Educación y ser presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, seguirá ejerciendo como arzobispo de Santiago. “Creo que no hay ningún cambio en ese sentido. Mi primera tarea, la más importante y fundamental es la de ser pastor de la Iglesia en Santiago. Los otros son servicios que la Iglesia pide y que con generosidad espero ofrecer”.
Mons. Ezzati indicó que el origen humilde de su familia le ayudó a aprender mucho de la vida, que ¡l valor más grande «es poder compartirla con los demás, y no es ni el oro ni la plata, ni el poder lo que hace que una persona sea persona y pueda prestar un servicio a los demás. Lo que nos hace grande a los ojos de Dios es ser hijos y ser hermanos, y saber que nuestra vida se realiza en la plenitud del servicio”.
Algunos detractores de Mons. Ezzati le acusan de haber encubierto casos de abusos. Refiriéndose a algunas críticas existentes hacia su persona, monseñor Ezzati manifestó: “Me imagino que sí, todo el mundo tiene derecho a hacerlo”. Agregó que “las críticas uno las puede acoger siempre. Yo he tratado de ser siempre un pastor muy cercano, un pastor que enfrenta los problemas y que, naturalmente, no a todos les gusta”.
“Acabo de escribir una carta que le dirigí al Santo Padre que me haya nombrado entre los miembros del colegio cardenalicio, y le decía recordando la experiencia de Aparecida, que le agradecía desde lo más profundo de mi corazón la exhortación apostólica que ha enviado a toda la Iglesia, la Evangelii Gaudium, porque justamente sus páginas transparentan toda la novedad de la Iglesia para este tiempo, lo que el Espíritu Santo le está pidiendo”.
Al explicar lo que significa para el país contar con un cardenal, monseñor Ezzati indicó que “es un reconocimiento a la Iglesia Católica en Chile más que a mi persona, y de eso yo estoy muy agradecido al Santo Padre. Esta es una Iglesia viva, que está levantando su cabeza y que está aprendiendo también de sus errores, pero es una Iglesia que en sus bases está llena de fe, y esta designación del Santo Padre es un signo de esperanza”.