Ambos han reiterado la importancia del diálogo teológico en curso y el compromiso en lo relacionado con la Iglesia ortodoxa y de los anglicanos. El coloquio es el primero desde que Welby fue entronizado como arzobispo de Canterbury, y según informa un artículo del Osservatore Romano, "se ha realizado durante dos días caracterizados por un clima de gran amistad".
Ambos han expresado en particular la "preocupación por la injusticia presente en muchas partes del mundo" y han rezado por los pobres y los oprimidos, por la paz y la justicia en todo el mundo, en particular en Oriente Medio. Continúan el artículo, subrayando que Bartolomeo y Welby se han encontrado de acuerdo en el "explorar las modalidades para promover una mayor conciencia sobre las cuestiones ambientales como la defensa de los valores cristianos, de la dignidad humana y de los derechos religiosos".
Bartolomeo, en su discurso de bienvenida recordó lo que en el pasado "el acercamiento entre las dos Iglesias ha ayudado en gran medida por el intercambio de estudiantes" y expresó su deseo de que esto continúe en el futuro. El patriarca explicó que la escuela teológica en Halki solía ofrecer becas a estudiantes anglicanos y cuando sea reabierta, desea que se retome esta tradición.
Por su parte, el primado anglicano manifestó su satisfacción por la oportunidad del encuentro y la vista a Estambul y añadió que "esta ciudad ha dejado el signo sobre el cristianismo en su conjunto en una variedad de formas". Asimismo, denunciando a quien quiere utilizar la religión como coartada para la violencia, el primado anglicano recordó el testimonio ofrecido por el patriarcado ecuménico: "vosotros habéis demostrado a lo largo de los siglos el martirio al que estamos llamados en la Escritura, la llamada a testimoniar con las palabras y la vida. Una llamada más importante que la vida misma". También quiso mostrar su cercanía y ofrecer su oración por los dos obispos de Aleppo secuestrados.
Finalmente, Welby dijo dirigiéndose a Bartolomeo: "usted mismo ha sido un ejemplo de paz y de reconciliación en su histórica visita en ocasión del inicio de pontificado del papa Francisco. Estambul es el cruce entre Europa y Asia. Es el lugar donde dos grandes religiones se encuentra. Su significado para el comercio es enorme y continúa recordándonos la importancia de Turquía como una nación industrial y comercial. Comercio y negocios pueden ser objeto de codicia, pero en la Gracia de Dios pueden abrir el camino al diálogo entre las naciones".
Durante estos meses de pontificado del papa argentino, ya hemos asistido a algunos gestos y momentos de cercanía entre ambas iglesias.
Francisco recibió a Bartolomeo, patriarca ecuménico de Constantinopla, el 20 de marzo, cuando éste asitió al Vaticano para la ceremonia de inicio del pontificado.
En ocasión de la fiesta del apostol san Andrés, patrono de la Iglesia ortodoxa de Constantinopla o Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que se celebra el 30 de noviembre, una delegación de Santa Sede participó en Estambul de las celebraciones. Allí mismo se pudo leer el mensaje que envió el santo padre Francisco donde recordaba la "dramática situación de tantos pueblos que están sufriendo, víctimas de la violencia y la guerra, hambre, pobreza y graves desastres naturales". También mencionó la situación de los cristianos en Oriente Medio, y su derecho de permanecer en sus países". Y reiteró que "el diálogo, el perdón y la reconciliación son los únicos caminos posibles para resolver el conflicto".
Cuando Francisco recibió a la delegación ortodoxa el pasado 29 de junio, señaló que "la búsqueda de la unidad entre cristianos es una urgencia a la cual, hoy más que nunca, no podemos escapar" y exhortó a "no tener miedo del encuentro y del verdadero diálogo".
Por otro lado también el arzobispo Welby ha tenido ocasión de reunirse con Francisco. Fue el 14 de junio cuando el arzobispo de Canterbury fue recibido en el Vaticano. El primado anglicano tomó posesión en una solemne ceremonia como nuevo arzobispo de Canterbury el pasado 21 de marzo, tan sólo dos días después de la misa de inicio del pontificado de Francisco, razón por la que no pudo acudir a Roma en aquella ocasión.
En el encuentro entre Welby y Francisco, el Santo Padre recordó que entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Roma "las últimas décadas se han caracterizado por un camino de acercamiento y fraternidad, por el que debemos dar gracias a Dios". Asimismo observó que ese día era "una ocasión para recordar que el compromiso de la unidad entre los cristianos no deriva de razones de orden práctico sino de la voluntad misma del Señor Jesucristo que nos ha hecho hermanos suyos e hijos de un único Padre".