<p>La reina Isabel II de Inglaterra visitará al papa Francisco en el Vaticano el próximo 3 de abril. Lo ha confirmado esta mañana el Buckingham Palace a través de un comunicado de prensa en el que se puede leer:
 "La reina se dirigirá a Roma el jueves 3 de abril, acompañada por el Duque de Edimburgo. La visita de Su Majestad y Su Alteza Real se cumple siguiendo la invitación del Presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano. La reina y el duque de Edimburgo visitarán el Palacio presidencial para un almuerzo privado con el Presidente. Después, Su Majestad y Su Alteza Real, serán recibidos en Audiencia por Su Santidad Papa Francisco en el Vaticano".


Esta visita será el primer encuentro entre la reina de Inglaterra y el papa argentino. La última vez que la monarca se reunió con un pontífice fue con Benedicto XVI, cuando el papa emérito viajó a Reino Unido en 2010.

El papa Francisco será el cuarto Pontífice con el que la reina Isabel II se reúna, ya que tuvo ocasión de encontrarse con Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Pero la última visita que realizó al Vaticano fue el 17 de octubre de 2000 al papa polaco.

La reina no es y no puede ser considerada jefe de la Iglesia anglicana. Desde el punto de vista constitucional es el gobernador supremo. En cambio, a nivel de gestión de la vida eclesiástica son los obispos, el primado y arzobispo de Canterbury. Así lo explicó Peter Huges, originariamente presbítero anglicano y hoy sacerdote católico, en una entrevista a ZENIT en ocasión de la visita de Benedicto XVI al arzobispo anglicano de Canterbury, Rowan Williams, en la iglesia de San Gregorio en el Celio, en marzo de 2012.

En 2009 se publicó la constitución apostólica "Anglicanorum coetibus", sobre la institución de ordinariatos personales para los anglicanos que ingresan en la plena comunión con la Iglesia católica. De hecho, muchos obispos y sacerdotes anglicanos y fieles, decidieron volver a la Iglesia católica, lo que llevó a buscar el modo adecuado para hacerlo. 

El cardenal William Joseph Levada, entonces  prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, explicó en octubre de 2009 las razones de esta medida por parte de la Iglesia católica: "Los anglicanos que se han puesto en contacto con la Santa Sede han expresado claramente su deseo, de cara a  una plena y visible comunión en la Iglesia, una, santa católica y apostólica. Al mismo tiempo, nos han hablado de la importancia de sus tradiciones anglicanas, que tienen que ver con la espiritualidad y el culto, para su propio camino de fe", aclaró el purpurado.

Este documento de Benedicto XVI constituye "un nuevo camino para la promoción de la unidad de los cristianos", aseguró un comunicado emitido por la Santa Sede al hacerlo público. El documento estuvo acompañado por las "Normas complementarias", emitidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Consiste en la introducción de "una estructura canónica que facilita esa reunión corporativa mediante la institución de ordinariatos personales", que permitirán a grupos anglicanos entrar en comunión plena con la Iglesia católica, "conservando al mismo tiempo elementos específicos del patrimonio espiritual y litúrgico anglicano".

"Esta constitución apostólica abre un nuevo camino para la promoción de la unidad de los cristianos, reconociendo al mismo tiempo la legítima diversidad en la expresión de nuestra fe común", afirmó en aquel momento la Santa Sede. "No se trata de una iniciativa que haya tenido origen en la Santa Sede sino de una respuesta generosa del Santo Padre a la legítima aspiración de estos grupos anglicanos".

Santa Juana de Valois

«El desprecio fue llave de libertad para esta santa tan maltratada por la naturaleza y por su propia familia. Las flaquezas de los suyos envolvieron gran parte de su vida, aunque para ella fueron un pedestal que le procuró la gloria»