Con motivo del inicio de la Cuaresma, unos 200 sacerdotes visitarán mañana los centros penitenciarios del estado de Nuevo León (México). Un grupo acudirá a la prisión de Topo Chico, otro a la de Apodaca y uno más a la de Cadereyta.
«Visitaremos el Miércoles de Ceniza a los hermanos que están en la cárcel», informó a la prensa local el arzobispo de Monterrey, monseñor Rogelio Cabrera López.
«Queremos que sea un acto que en primer lugar nos ayude a nosotros sacerdotes a tomar conciencia del deber que tenemos que ayudar a nuestros hermanos que están en peores condiciones, pero también para llevar una palabra de esperanza y ánimo a quienes están en las cárceles», destacó el prelado.
“La Cuaresma es el tiempo propicio para despojarnos de toda superficialidad – recordó monseñor Cabrera López -, la misma que atenta y destruye la dignidad humana, es un tiempo especial en el que debemos procurar no solo realizar sacrificios al privarnos de algún tipo de alimento, sino que debemos preguntarnos qué es lo que vamos a hacer para ayudar a quién más lo necesita”.
«Estaremos entrando [en las cárceles] a las 10 de la mañana para comenzar la celebración aproximadamente a las 10:30; la mayoría [de los sacerdotes] terminando deberán salir por cuestión de disciplina y reglamento de los penales. Consideramos que a más tardar nos dejaran estar hasta las 12 del día», explicó.
Durante la visita a las prisiones, los curas impondrán la ceniza e impartirán el sacramento de la Reconciliación a todos los reclusos que lo deseen.
Este año el arzobispo presidirá la celebración del Miércoles de Ceniza en la Catedral de Monterrey a las 7 de la mañana, para dirigirse después con el primer grupo de sacerdotes al centro penitenciario de Topo Chico y atender a los presos.
La Iglesia católica realiza un intenso trabajo desde hace años en 482 de las 489 cárceles que existen en México, en las que más de cuatro mil agentes de pastoral realizan visitas al menos una vez a la semana.