El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote José María Gil Tamayo, ha realizado esta mañana un repaso al año que ha transcurrido desde la marcha de Benedicto XVI a la llegada del nuevo pontífice.
En un encuentro informativo, organizado por la Cadena COPE (emisora de radio de titularidad de los obispos), el portavoz de la CEE ha calificado al papa Francisco como “una bocanada de aire evangélico”.
Para Gil Tamayo, el Santo Padre “proclama las verdades del barquero, con un profundo sentido común”. Por este motivo, ha añadido, “en unos levanta la sorpresa, en otros la expectación y en la mayoría de que ha comenzado una nueva etapa en la Iglesia”. Además, con su forma coherente de actuar, el Pontífice argentino “ha despertado una renovada esperanza” y “ejerce un liderazgo mundial”.
Sobre la “carta de navegación” del Papa, el secretario del episcopado español ha señalado que esta “no supone un cambio de rumbo”. En este sentido, ha destacado las indicaciones del Santo Padre en cuanto a la “primacía del Evangelio” y la “cercanía, no en un sentido de marketing o de campaña” sino de “conectar con la gente, especialmente con los que más sufren”.
A su juicio, Francisco es un Pontífice que con su sencillez “llega al corazón de la gente” y quiere poner a la Iglesia en estado de misión permanente pero “sin ruptura, sin negar la doctrina ni la continuidad apostólica”.
Preguntado por la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno, Gil Tamayo ha asegurado que permitir esta práctica en aquellos casos en los que el feto presente malformaciones “no es negociable”. Por eso, ante la posibilidad de que el Ejecutivo legalice este supuesto, ha recordado que “el sí a la vida es un sí con todas sus consecuencias, sabiendo que detrás de esas situaciones hay un drama”. Asimismo, ha explicado que “un niño en el seno de la madre con deficiencias no es intercambiable por una negociación política”. “Necesitamos que la clase política entienda que el aborto no puede convertirse en arma arrojadiza, de controversia electoral”, ha enfatizado.
Ante una “cuestión tan seria”, el portavoz de los obispos ha insistido que “hay algo más importante y es cómo ayudar a las mujeres”. “Hay que hablar de políticas sociales. Nadie habla de conciliación por ejemplo. La maternidad no es algo por lo que hay que dar el pésame a la mujer”, ha apuntado.
El secretario general de la CEE también se ha referido al estatuto de la asignatura de Religión en la Ley Orgánica de Mejora Educativa (LOMCE) y ha deseado que durante el desarrollo reglamentario de la nueva normativa se incluya esta materia como de oferta obligatoria en el Bachillerato. Y en una reflexión más general sobre la educación en España, el sacerdote y periodista ha manifestado su deseo de que la “enseñanza empiece a ser un terreno franco de ideologización política”.
Por último, Gil Tamayo ha defendido la necesidad de que la Iglesia tenga sus propios medios de comunicación ante posiciones políticas e ideológicas que, a su modo de ver, quieren reducir su influencia al ámbito de lo privado, “a un especie de reserva india en la que las condiciones religiosas queden desactivadas de toda actividad pública, social y cultural”.
Y ha concluido reconociendo que le preocupa que los españoles sitúen a los obispos en las encuestas de opinión en los últimos lugares, “cuando en realidad están en primera línea”.