Un grupo de inmigrantes latinoamericanos afincados desde hace años en Chicago (EEUU) ya está en Roma para preparar el posible saludo al papa Francisco durante la tradicional audiencia de los miércoles y pedirle que interceda a favor de la reforma migratoria que se debate en el Congreso estadounidense y se detengan las deportaciones en Estados Unidos.
El sacerdote Marco Mercado, delegado para la comunidad latina del arzobispado de Chicago, ha explicado a EFE que aunque la participación en la audiencia está asegurada, sólo el martes se les confirmará si pueden entrar en el área preferencial de la Plaza de San Pedro, la más cercana al Santo Padre, y si podrán saludarle y hablar con él.
Mercado ha manifestado que están confiados de poder entregar al Pontífice toda la información necesaria para que Francisco pueda pedir al presidente Barak Obama que detenga las deportaciones, que bajo su Gobierno superan ya los dos millones. Y es que el 27 de marzo, al día siguiente de la audiencia general, el Papa recibirá al mandatario norteamericano en el Vaticano.
También quieren entregar al Santo Padre dos mil firmas con las peticiones a favor de la reforma migratoria, varias cartas de la comunidad latina y dibujos realizados por los niños, y una imagen de la Virgen de Guadalupe que ha viajado por todos los Estados Unidos.
La delegación de activistas acudirá esta mañana a San Pedro con sus pancartas, para participar en el rezo del Ángelus.