Ayer domingo como todos los 23 de Marzo, en Bolivia se conmemora Día del Mar. En el 135° aniversario de la reivindicación boliviana de una salida al océano, el presidente Evo Morales indicó que su país presentará una demanda contra Chile el próximo 17 de abril en La Haya, pidiendo le sea devuelta la salida al océano perdida durante la Guerra del Pacífico.
Sobre el tema el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Eugenio Scarpellini, obispo de El Alto, en un comunicado video con motivo de recordar un año más de la pérdida del litoral marítimo, indicó que a pesar de que existieron hechos históricos que dañaron las relaciones entre Bolivia y Chile y el desarrollo de ambos, hoy se debe pensar en buscar siempre los caminos del diálogo constructivo y propositivos.
El obispo entretanto alertó que “hoy en día agarrarse a aquellos hechos como para volver a enfrentarnos no ayudaría a nadie”. Y si bien reconoció que “tenemos derecho a reivindicar nuestra salida al mar”, dicho derecho “tiene que pasar por un diálogo productivo, fruto de la escucha, de la proactividad que busca soluciones nuevas”.
El objetivo precisó es que «permita a ambos pueblos crecer en fraternidad solidaridad buscando realmente el desarrollo en donde es necesario, para la persona humana y su bienestar en donde ella viva y en donde se encuentre”.
“Hacemos votos –concluyó en su mensaje el presidente de la CEB– que los mecanismos internacionales y los diálogos de carácter político y diplomático surjan efectos y afiancen una relación más positivas entre nuestros países”.
El presidente Morales durante los actos reiteró que «Bolivia quiere que los mares pertenezcan a los pueblos, al pueblo chileno, al pueblo boliviano, al pueblo peruano», y añadió que «el mar boliviano será de los pueblos y no un botín de guerra o una razón para hacer crecer las armas».
«Si un dictador como Pinochet -dijo Morales- propuso una salida al mar para Bolivia en los años 70, esperamos que un Gobierno democrático y socialista pueda hacer realidad este derecho en pleno siglo XXI», refiriéndose al gobierno de Michelle Bachelet.