El papa Francisco ha trasladado un mensaje de «sentido pésame» ante el fallecimiento del ex presidente del Gobierno de España Adolfo Suárez, de 81 años, a quien se ha referido como una «figura destacada de la etapa reciente española».
Debido al delicado estado de salud que padecía desde hace años como consecuencia del Alzheimer, el histórico político de la Transición no pudo superar este domingo el agravamiento de una infección respiratoria que derivó en neumonía.
En un telegrama remitido por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolín, al obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo, el Santo Padre expresa su «más sentido pésame» por la triste noticia del fallecimiento de Suárez y acompaña ese sentimiento con sufragios al Señor por su descanso eterno.
Del mismo modo, traslada a la familia del ex presidente y a todos sus amigos y compañeros la bendición apostólica como símbolo de la esperanza en el Señor resucitado.
Por su parte, el obispo de Ávila ha destacado ayer el «prodigioso trabajo» de Adolfo Suárez en la Transición, que inauguró un estilo de convivencia política trabajando sin cesar por el entendimiento entre los españoles, y ha instado a seguir su camino, durante un multitudinario funeral celebrado en la catedral abulense y que estuvo concelebrado por el cardenal Antonio Cañizares y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Ricardo Blázquez.
«Su política consiguió que las dos Españas pudieran encontrarse tras décadas de animadversión política y de odio», ha dicho monseñor García Burillo quien ha recordado la fe que profesaba Suárez, «un católico en la vida pública». Después de la misa, los restos de Suárez y de su esposa han sido enterrados juntos en el principal templo de Ávila, en la más estricta intimidad.