La conversión de Barrabás

Una mirada cambió la vida del actor Pietro Sarubbi, que interpretó el papel del bandido en ‘La Pasión’ de Mel Gibson

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Siendo apenas un adolescente, Pietro Sarubbi huyó de su casa y se unió a una compañía circense. Luego siguió recorriendo el mundo, creyendo que en algún lugar podría llenar el vacío espiritual que lo afligía. Entre viaje y viaje, continuaba su carrera como actor. La había comenzado a los 18 años trabajando en obras de teatro, anuncios y cine italiano independiente. Se especializó en el género de la comedia, pero siempre sentía una leve sensación de fracaso, porque su anhelo era dirigir. 

En 2001, Hollywood pareció sonreírle con un papel secundario en la película “La mandolina del Capitán Corelli”, pero el vacío existencial no le abandonaba. Meses después sonó el teléfono con una oferta para colaborar con Mel Gibson. Pensó que sería en una película de acción, pero se sorprendió al saber que el filme narraría la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Nunca se imaginó que podría actuar en una representación de la pasión de Cristo, porque en ese entonces estaba muy alejado de la Iglesia. Deseaba encarnar al apóstol Pedro. No por algo espiritual, sino porque pagaban mejor por día trabajado. Así que no ocultó su decepción cuando el director le comentó que lo buscaba para interpretar a Barrabás. 

Pocos días antes de rodar la escena, tuvo una conversación con Mel Gibson, que quiso darle más detalles del personaje. Para el cineasta, Barrabás no era sencillamente un bandido que pertenecía al grupo de los Zelotes. Estuvo preso durante años, fue torturado y llevado al límite. A continuación, Gibson apuntó un detalle que caló hondo en Sarubbi: Barrabás comenzó a convertirse en una bestia sin palabras, que se expresaba con la mirada. Por eso eligió al actor italiano. Después de investigar, consideró que él parecía encarnar bien a ese animal salvaje y, al mismo tiempo, refugiar en el fondo de su corazón la mirada de un hombre bueno. 

Una vez en el set, Sarubbi se quedó absorto contemplando por unos instantes a su colega Jim Caviezel, que interpretaba a Jesús. Faltaban pocos minutos para grabar la escena en la que el pueblo perdonaba a Barrabás y condenaba al Mesías. De forma sorprendente, el actor y Barrabás se transformaron en una única persona. La escena avanzaba y él ya no actuaba, vivía, vibraba con los acontecimientos. ‘¡No, a ése no! ¡A Barrabás!’ Los gritos de la multitud habían logrado su anhelo. ¡Estaba liberado!

Inflado por su buena suerte, miraba burlonamente a las autoridades y luego a la muchedumbre. Y finalmente, bajando los peldaños, su mirada se cruzó con la de Jesús. “Fue un gran impacto. Sentí como si hubiera una corriente eléctrica entre nosotros. Veía al propio Jesús”, reconoce Pietro Sarubbi. A partir de aquel momento, asegura, todo en su vida cambió. Aquella paz que había buscado durante años, por fin había invadido su alma. 

“Al mirarme, sus ojos no tenían odio ni resentimiento, sólo misericordia y amor”. El actor italiano relata así su fulminante conversión en el libro “Da Barabba a Gesù – Convertito da uno sguardo” (De Barrabás a Jesús, convertido por una mirada). En el texto, Sarubbi explica también como el don de la fe abarca ahora todas las facetas de su vida. Y el volumen concluye con su personal exégesis de la historia bíblica, donde el actor muestra la razón de su gratitud con aquél personaje, Barrabás, que se había resistido a encarnar: “Es el hombre que Jesús salvó de ser crucificado. Es él quien representa a toda la humanidad”.

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ZENIT Staff

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