La Pontificia Comisión para la Protección de Menores presentará al Papa Francisco “propuestas específicas” para sensibilizar sobre “las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha de un abuso”. Lo indicó hoy el cardenal estadounidense, Sean Patrick O’Malley, en la Sala de Prensa del Vaticano, donde tuvo un encuentro con los periodistas a quienes respondió libremente a las preguntas realizadas.
Junto con el cardenal estaba la señora Marie Collins, el sacerdote Hans Zollne y en el auditorio diversos integrantes de la comisión, la cual realizó este primer encuentro del 1 al 3 de mayo en la Casa Santa Marta. Además indicó el cardenal, el objetivo del encuentro ha sido “presentar al Santo Padre sugerencias sobre las funciones de dicha comisión y proponer el nombramiento de otros miembros procedentes de diversos lugares del mundo”.
El Santo Padre ha instituido formalmente el 22 de marzo de este año la Comisión para la Protección de Menores, anunciada a finales del 2013 por el cardenal O’Malley, el único purpurado de la comisión. También la conforma una víctima, la irlandesa Marie Collins, que sufrió los abusos sexuales de un sacerdote cuando era niña. Esta mujer, que ahora tiene 66 años, en un simposio que organizó el Vaticano en Roma en 2012, relató su historia ante 200 obispos.
El cardenal estadounidense quiso como primera cosa expresar la “profunda solidaridad a todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables” y precisó que “desde el comienzo de nuestra tarea hemos adoptado el principio” de que “el bien de la víctima es prioritaria cuando se tome cualquier tipo de decisión”.
Indicó que en este primer encuentro la comisión se ha centrado en los objetivos que debe alcanzar y sobre la necesidad de incluir a “personas de otras áreas geográficas y de diversas competencias”. Esto porque, hay regiones en el mundo en las que los abusos de menores no son considerados tales y no por ello dejan de serlo.
“Hemos examinado muchas propuestas sobre la forma en que la comisión podrá colaborar con expertos de los sectores relacionados con la salvaguardia de los menores y adultos vulnerables” dijo.
Precisó que además se ha tomado contacto con miembros de la Curia Romana, teniendo en vista a una futura cooperación y con representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación del Clero, de la Oficina de Prensa y de la Gendarmería del Vaticano.
El purpurado estadounidense, recordó que son una comisión consultiva del Santo Padre y que por lo tanto comunicarán al Papa los resultados del trabajo realizado “y al debido tiempo propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de ‘las acciones mejores’ para la protección de todos los menores mediante programas de prevención, educación, formación y respuesta a los abusos”.
El cardenal franciscano subrayó además la importancia de “asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluidas medidas y procedimientos eficaces y transparentes”. Y añadió que la comisión no se ocupará de casos particulares sino de “propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha de un abuso, así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias”.
Otro de los objetivos, indicó, es lograr que “los católicos se comprometan para que nuestras parroquias, escuelas, e instituciones sean lugares seguros para todos los menores”.