El papa Francisco ha concluido su programa público de este sábado, con un encuentro especial con los refugiados de Siria e Iraq. Ha sido en la iglesia latina de Betania de Transjordania, en el lugar del Bautismo de Jesús.
El Santo Padre ha escuchado los dramáticos testimonios de las personas que huyen de los conflictos en Medio Oriente. Una refugiada siria musulmana de Homs y un refugiado cristiano iraquí han contado sus historias al Pontífice.
A la sencilla celebración con el Papa en el sitio del bautismo, además de los refugiados, participaron más de 350 personas con discapacidad y enfermos de más de una veintena de hospitales y centros de salud en Jordania. Entre ellos, también ha habido algunos niños que sufren de enfermedades oncológicas. En Betania de Transjordania, se distribuirá la cena a todos los presentes, después del encuentro con Francisco.
Según un resumen provisional de la ONU, la cantidad total requerida para que el Reino Hachemita de Jordania mitigara las necesidades de los refugiados que acoge sería 2,8 billones de dólares en 2014.
En los últimos cuatro años, más de 600 mil refugiados de la guerra de Siria se han unido a los 700 mil sirios que residían en Jordania previamente, lo que supone el 20 por ciento de la población jordana actual.
El Campo de refugiados de Zaatari, ubicado en el noreste del Reino Hachemita, alberga alrededor de 200 mil sirios y es el segundo campo más grande del mundo. En mayo de 2014, ACNUR abrió un nuevo campamento en Azraq, a 100 kilómetros de Amán, con un aforo de 130 mil refugiados. Al día de hoy hay unos 20 mil cristianos sirios que están refugiados en Jordania.