El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ayer por la tarde asumió su segundo mandato, al recibir la banda presidencial en la sede del Congreso, en coincidencia con la fiesta patria y 195 aniversario de la Batalla de Boyacá.
El día anterior, el cardenal Rubén Salazar Gómez recordó que “Ser Católico también es ser excelente ciudadano”, y pidió en esta fiesta patria que «seamos conscientes de las obligaciones y derechos que el país nos exige”.
En las declaraciones reportadas por la web de la Conferencia Episcopal, el cardenal precisó: «Tenemos una democracia frágil, débil, pero al fin democracia. Somos autónomos, dueños de nuestro destino y por ello debemos hacer una sinergia que nos permita construir una patria grande». Finalmente invitó a construir una patria distinta, alejada de las ambiciones personales, donde se cumplan las obligaciones y donde se hagan verdaderos ejemplos de patriotismo.
Como vicepresidente asumió Germán Vargas Lleras, quien reemplaza a Angelino Garzón, quien provenía de un sindicato de izquierda radical. En la ceremonia de asunción, estuvieron ausentes el líder opositor Alvaro Uribe, que en el segundo turno perdió por poco ante Santos; y la bancada del Centro Democrático.
Santos indico: «Debemos lograr un país con paz total, con equidad y el más educado de América Latina» e indicó: “la paciencia de los colombianos no es infinita. señores de las Farc, están advertidos», en referencia a los diálogos de paz en La Habana que se están prolongando más de lo deseado. Añadió sobre este punto: «Hemos tenido avances importantes. Alcanzamos acuerdos sobre tres de los cinco puntos sustantivos: desarrollo agrario, participación política y solución de las drogas ilícitas. Ahora avanzamos en el cuarto, las víctimas». Y añadió: «Voy a emplear todas mis energías en cumplir con ese mandato de paz».
Indicó que «estamos en la fase final de las conversaciones” y reconoció que “esta será la etapa más difícil y más exigente. Exigirá sacrificios y decisiones, antes que nada, decisiones sobre las víctimas. Queremos dar fin al conflicto para garantizar que no haya más víctimas», afirmó.
Aquí entró un tema central en los diálogos, el de la impunidad hacia quienes cometieron crímenes, a lo que Santos indicó que la Justicia deberá seguir su curso.
Refiriéndose a los recientes ataques de las FARC contra infraestructura, como torres de energía, acueductos y carreteras, que han afectado a la población civil.
