Sor Cristina Scuccia, la joven religiosa que ganó en junio la última edición del reality show “The Voice” Italia, renovó el pasado 29 de julio sus votos temporales de castidad, pobreza y obediencia, en una de las casas de su congregación en Sicilia.
Sor Cristina saltó a la fama en The Voice con la interpretación de la canción “No One” de Alicia Keys, cuyo video supera, en la actualidad, los 56 millones de vistas en YouTube.
El hito que marcó la religiosa italiana es de antología porque consiguió que todos los asistentes rezaran con ella la oración del Padre Nuestro, una vez que resultó ganadora del concurso. Su frase pasará a la historia: “Quiero que Jesús entre aquí”.
Durante los últimos meses, tanto Sor Cristina como sus hermanas de convento han venido sufriendo el acoso por parte de la prensa sensacionalista italiana, hasta el punto de verse perseguidas por un reportero del semanario Di Piú hasta un supermercado próximo a la casa donde reside la congregación, a las afueras de Milán. La revista publicaba fotografías de Sor Cristina con otras religiosas cuando se disponían a pagar en las cajas del local comercial.
En esta ocasión la propia Sor Cristina manifestó: “Por ahora estoy descansando. Han sido seis meses duros. Ahora mi compromiso es estar bien interiormente para después continuar dando mucho a los demás”. Y acerca de sus intenciones por participar en el programa televisivo: “Siempre ha estado muy claro, fui allí (al programa), para enviar un mensaje cristiano”.
El periódico Italia Oggi anunció que la joven consagrada no va a participar en el Festival de San Remo 2015, siguiendo instrucciones de las superioras de su congregación. El mismo periódico ha informado que Universal Music había presentado proyectos para Sor Cristina: cómo configurar un estudio de grabación directamente en el convento, poder participar en el conocido como “Festival della Canzone Italiana” o de San Remo en la categoría de Grandes y posteriormente lanzar el disco.
«Estamos a la espera de las decisiones personales de la hermana Cristina y de su congregación religiosa” declaraba Alexander Massara, Presidente de Universal Music Italia en el Corriere della Sera.
Muchos pensaron que su salto a la fama podría debilitar su vocación; sin embargo, su reciente profesión y su retiro de la escena pública manifiestan la fortaleza de su compromiso con su orden religiosa.