El santo padre visitará Nápoles el próximo 21 de marzo, cumpliendo la promesa que hizo –en viaje a Caserta el pasado mes de julio– de visitar a los napolitanos. El cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, ha sido quien ha informado de dicha visita del Papa. Lo ha hecho en la catedral con ocasión de la celebración de San Genaro, patrón de la ciudad, durante la ceremonia que a las 10.11 ha visto repetirse el milagro de la liquefacción de la sangre del patrón que se encuentra en una ampolla.
Tal y como ha afirmado el purpurado durante la homilía de la misa, el papa Francisco llegará a «una ciudad que tiene hambre de Dios», deseo «de trabajo, legalidad, capacidad de proyectar» e iniciará su visita por la periferia de Nápoles, donde tendrá un encuentro con algunos representantes del mundo del trabajo y de la cultura.
A continuación, el Papa acudirá a la catedral para venerar las reliquias de san Genaro y se reunirá con el clero local. En el signo de la solidaridad, comerá con algunos presos y tendrá un encuentro con enfermos. Por la tarde dedicará el tiempo a los jóvenes y al laicado para finalizar la jornada a las 17 horas, con una misa solemne.
Así, el cardenal Sepe ha hecho un «llamamiento urgente» a todos los ciudadanos de la diócesis: «todo el mundo debe hacer su parte en la restauración de la calidad de vida y dignidad en esta tierra» y en una ciudad sobre la que pesan «las consecuencias de una crisis global que hizo más precaria sus ya difíciles condiciones de vida «.
