El papa Francisco al concluir la misa este domingo 21 en la Plaza Madre Teresa, en Tirana, la capital de Albania, rezó el ángelus y dirigió las siguientes palabras a los varios miles de personas allí presentes.
«Queridos hermanos y hermanas:
Antes de que acabe esta celebración, me gustaría dirigir un saludo a todos ustedes, venidos de Albania y de otros países vecinos. Les agradezco su presencia y el testimonio que dan de su fe.
En especial a ustedes, jóvenes, dicen que Albania es el país con más jóvenes en Europa. Los invito a cimentar su existencia en Jesucristo: quien pone su fundamento en Cristo edifica sobre roca, porque Él siempre permanece fiel, incluso aunque nosotros seamos infieles (cf. 2 Tm 2,13). Jesús nos conoce mejor que nadie; cuando nos equivocamos, no nos condena, sino que nos dice: «Anda, y en adelante no peques más» (Jn 8,11).
Queridos jóvenes, ustedes son la nueva generación de Albania, el futuro de la patria. Con la fuerza del Evangelio y el ejemplo de los mártires, digan no a la idolatría del dinero, no a la idolatría del dinero, no a la engañosa libertad individualista, no a las dependencias y a la violencia. Digan sí, en cambio, a la cultura del encuentro y de la solidaridad, sí a la belleza inseparable del bien y de la verdad; sí a la vida entregada con magnanimidad y fidelidad en las pequeñas cosas. Así construirán una Albania y un mundo mejor, siguiendo también el ejemplo de vuestros antecesores.
Dirijámonos ahora a la Virgen Madre, que veneran sobre todo con el título de “Nuestra Señora del Buen Consejo”. Me acerco espiritualmente a su Santuario de Escútari, al que tanta devoción tienen, y pongo en sus manos toda la Iglesia en Albania y todo el pueblo albanés, particularmente las familias, los niños y los ancianos, que son la memoria via del pueblo. La Virgen María los lleve, “juntos con Dios, hacia la esperanza que no defrauda nunca”».
Angelus Domini…