Tres acontecimientos fuera de programa se registraron hoy en la visita apostólica del papa Francisco a Sri Lanka: un saludo al ex presidente Mahinda Rajapaksa, la visita a un templo budista, y un encuentro con los obispos del país.
Lo indicó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, que calificó de “acontecimientos simples pero significativos que se añadieron como muchas veces sucede, al programa”.
“El primero -dijo Lombardi- fue la visita de cortesía al ex presidente junto a su hermano que era ministro del gobierno anterior y acompañados de las dos esposas”. Precisó que “el presidente saliente había invitado al Papa a Sri Lanka y por lo tanto era normal que quisiera saludarlo y agradecerle”. Una visita que “da un sentido también de armonía y tranquilidad a este cambio que no todos preveían, pero que se realizó en modo pacífico, y respetable, un signo de madurez de la democracia en Sri Lanka”, dijo.
Sobre la visita al templo budista, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede indicó que “el Papa había encontrado en el aeropuerto a uno de los representantes de las organizaciones budistas, quien le invitó a verlo”. Este personaje, Banagala Upatissa, “había estado ayer en el encuentro interreligioso junto a los monjes budistas presentes”. Por ello, indicó Lombardi, “el Papa acogió la oportunidad en un momento libre de esta tarde para realizar una rápida visita al centro budista en el cual está la sala religiosa. Fue bienvenido y acogido con gran familiaridad y le fue explicado la realidad de este lugar de oración”. Precisó que los monjes “abrieron también un relicario, acción que se realiza una sola vez al año, y hoy de manera excepcional por la presencia del Papa, como signo de amistad y honor”. Mientras abrían este contenedor de las reliquias, algunos jóvenes monjes recitaron una oración, con gran naturalidad.
El padre Lombardi consideró que esta visita demuestra la cultura y pedagogía del Papa, “del encuentro personal que favorece causas como el diálogo interreligioso”. Añadió que este monje tenía una foto de Francisco con el papa emérito, “lo que hace entender que es una persona que cultiva el diálogo con otras religiones”. Además, había estado en el Vaticano en una audiencia y tenía una foto suya con Benedicto XVI.
El tercer fuera de programa fue que el Santo Padre quiso ir a la nunciatura de Colombo, para tener un encuentro con los obispos del país que había saltado por un atraso en el programa del día anterior. “Esta tarde, que el Papa estaba muy bien, quiso recuperar. En realidad los obispos llegaron con atraso debido a problemas al retornar del santuario de Mandhu”, indicó el portavoz.