El papa Francisco se ha dirigido a los brasileños a través de un vídeo mensaje transmitido durante la fiesta de Año Nuevo de Río de Janeiro, que ha marcado el inicio de las conmemoraciones por los 450 años de la fundación de esta metrópoli.
En el discurso en portugués, el Santo Padre ha elogiado los hermosos atributos de la ciudad carioca --que cumplirá tan importante efeméride el próximo 1 de marzo--, pero también ha criticado "las contradicciones que manchan esta belleza".
"Por un lado, el contraste generado por las grandes desigualdades sociales: opulencia y miseria, injusticias, violencia... Por otro, tenemos lo que podríamos llamar de ciudades invisibles, grupos o territorios humanos que poseen registros culturales particulares. A veces parece que existen varias ciudades, cuya coexistencia no siempre es fácil en una realidad multicultural y compleja. Pero delante de este cuadro, no perdamos la esperanza", ha destacado el Pontífice argentino.
Durante su mensaje de más de siete minutos, el Papa ha asegurado que la luz de la fe "nunca ha faltado" en la ciudad de Río de Janeiro. La luz de Cristo es irradiada por la imponente estatua del Redentor que, desde el Corcovado, abraza a la metrópoli y reza para que todo el mundo actúe para eliminar los crímenes e injusticias. "¡Cristo Redentor no ignora las necesidades y sufrimientos de los que están en la tierra! Sus brazos abiertos nos invitan a superar estas divisiones y construir una ciudad unida por la solidaridad, la justicia y la paz", ha proseguido.
Ante las divisiones existentes, Francisco ha instado al pueblo brasileño a no quedarse de "brazos cruzados", sino a "abrir los brazos como el Cristo Redentor". Y ha indicado que el camino comienza con un "diálogo constructivo", que es la "opción siempre posible" entre "la indiferencia egoísta y la protesta violenta".
Así, el Santo Padre ha realizado un llamamiento "a la construcción de una civilización más justa y fraterna". "Creo que todos podemos aprender mucho del ejemplo de generosidad y solidaridad de las personas más simples; aquella sabiduría generosa de saber poner 'más agua en el fríjol'", ha apuntado.
Por último, el Pontífice argentino ha agradecido nuevamente al pueblo carioca la acogida dispensada durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013. Y ha concluido sus palabras volviendo a pedir que recen por él.