“Fortalezcan sus corazones”. Este es el lema del mensaje del santo padre Francisco para la Cuaresma 2015, presentado hoy. Para presentar el mensaje, en la sala de prensa del Vaticano, han estado presentes monseñor Giampietro Dal Toso, secretario del Consejo Pontificio “Cor Unum” y monseñor Segundo Tejado Muñoz, sub-secretario del mismo dicasterio. También ha estado presente Michel Roy, secretario general de Caritas Internationalis.
Monseñor Del Toso ha recordado que Cor Unum es la expresión de la atención a nivel global. Sobre cómo romper con la indiferencia y dedicar la atención del Papa a los últimos, ha aportado algunos ejemplos. Así ha recordado que el 10 de enero se celebró en el Vaticano el encuentro sobre Haití. En estos 5 años desde la catástrofe, para la reconstrucción de este país la Iglesia ha aportado 21’5 millones de dólares. Otros dos ejemplos que recientemente han estado en el centro de preocupación del Santo Padre y del Vaticano han sido Oriente Medio y Filipinas. “Nuestro dicasterio quiere ser una gran expresión global de cuánto la Iglesia es un cuerpo en el que cada miembro puede experimentar la caridad del otro”.
En relación con el mensaje del Papa, monseñor Del Toso ha explicado la “globalización de la indiferencia” haciendo una lectura de la cultura en la que vivimos. Es necesario entender el término de la indiferencia, es decir, no considerar de la diferencia. Y esto es “lo que lleva a la no aceptación del otro”.
Del mismo modo ha advertido también sobre la indiferencia respecto a los valores, “que no es solo falta de conocimiento de los valores, o cumplimiento incompleto de los valores, sino que es sobre todo una falta de juicio sobre los valores”. De este modo –ha añadido– cada elección se hace intercambiable, cada posibilidad viable, cada evaluación sobre el bien y el mal, sobre lo verdadero y lo falso inútil. “Porque si falta la diferencia, es todo igual y por tanto no es lícito a nadia proponer algo que es más o menos adecuado a la naturaleza de la persona”, ha observado.
Asimismo ha observado que la comunidad cristiana puede ya vivir superando la indiferencia, puede ya mostrar al mundo que se puede vivir diversamente, pueda ya convertirse en esa ciudad sobre el monte del que habla el Evangelio. “Desde esta cuaresma la vida cristiana en comunidad, donde uno viva para el otro, pueda ser no una quimera, sino una realidad vivida, no un sueño lejano, sino un signo viviente de la presencia de la misericordia de Dios en Cristo”, ha señalado.
Por su parte, Michel Roy ha indicado que Caritas Internacional es una confederación de organizaciones católicas que se comprometen por la caridad y la justicia social en nombre del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia. Actualmente –ha especificado– se cuentan con 164 organizaciones miembro, que trabajan en 200 países y territorios en todo el mundo, comprometiéndose juntos y en comunión con las iglesias locales para responder a las situaciones de emergencia y sostener los esfuerzos de las comunidades locales para mejorar las propias condiciones de vida.
Asimismo ha observado que “es un honor y una responsabilidad para nosotros contribuir a recoger este desafío para que Caritas y todos sus miembros, en comunión con los otros organismo eclesiales, sean la expresión de una Iglesia pobre para los pobres”. Una Iglesia –ha concluido– que nos muestra el camino de la conversión, del retorno a lo esencial, al compartir y a la sencillez de nuestro estilo de vida, siguiendo el ejemplo de tantos santos”.
Hablando de la caridad en obras concretas que la Iglesia lleva a cabo en el mundo, monseñor Tejado ha recordado que “Cor Unum es la Caridad del Papa” y ha precisado que “es muy difícil contabilizar en números lo que hace la Iglesia en caridad. No es cuantificable”. La caridad institucional –ha observado– es la punta del iceberg de lo que se hace y se ha hecho.
La realidad de la acción es inmensa, en el caso de Filipinas, el señor Roy ha hablado de más de 100 millones de euros invertidos.