El líder musulmán Kavazovic Reisu-I-ulema, en nombre de la comunidad islámica de Bosnia-Herzegovina le dio la bienvenida al papa Francisco en el viaje apostólico del sábado 6 junio, “en mi nombre y de los musulmanes que viven en este país”.
Recordó que en su país “se encuentran y se mezclan grandes y antiguas tradiciones religiosas y culturales y al mismo tiempo el país es un área de gran sufrimiento para el pueblo”, donde «los valores universales se relativizan y se afirman ideas inquietantes que desacralizan y humillan a toda la humanidad”. Añadió que “la fe en el Dios vivo, de la que hablaron todos los profetas, parece apagarse y su lugar usurpado por las ideologías, por el mercado y el degrado moral: ídolos obra de los hombres”.
Indicó también que “todas las ambigüedades y polémicas sobre la identidad europea se reflejan directamente en Bosnia- Herzegovina. El genocidio sufrido por los musulmanes bosnios, nos obliga a examinar nuevamente nuestra fe y nuestra misión”.
El ulema explicó además que “la obediencia a un único Dios significa estar al servicio de todos los hombres”. Y que «el Dios reconciliador’ (as-Salam), significa encontrar la paz con los otros y con el propio yo”. Y quiso precisar que las formas teológicas dominantes hoy están focalizadas principalmente en conseguir objetivos políticos globales, más que en la misericordia de Dios.
“Santo Padre Francisco -prosiguió el líder musulmán- juntos con la Iglesia Católica en Bosnia-Herzegovina, queremos reforzar la fe en el único Dios, la moral religiosa y la espiritualidad contra la alienación de la civilización material y de sus productos que desacralizan los valores humanos”. Y recordó su fe en la familia, en el matrimonio entre el hombre y la mujer, y en la educación, y que abandonar estos principios sería una traición.
Además de mostrarse impresionado por el gesto del Papa de viajar a Sarajevo, deseó que los responsables de este país encuentren en el mensaje que trae, “un estímulo a la promoción y a la mejora de la paz social fundada sobre el respeto recíproco” así como una mejor integración social en Bosnia-Herzegovina”.
“Recibimos con favor – concluyó el ulema- su llamada para apoyar los programas de paz en los países donde los musulmanes, cristianos y otras personas, de todos los credos, hombres y mujeres, son sometidos a terribles sufrimientos e injusticias, en Oriente Medio y en todo el mundo».