La Red Iberoamericana para el Estudio de las Sectas (RIES), con sede en España, fundada hace diez años por expertos católicos en el tema y que agrupa actualmente unos veinte especialistas de España, Portugal y América Latina, brinda diferentes servicios de asesoramiento, formación e información sobre la complejidad del mundo de las sectas y las nuevas formas de religiosidad.
En el próximo mes de septiembre, miembros de la RIES en Uruguay impartirán un curso sobre «sectas, psicología de la religión, nueva era y espiritualidades alternativas». El curso contará con la participación especial del padre Luis Santamaría -de España-, Consultor de la Conferencia Episcopal Española y conocido experto en la materia.
En esta ocasión entrevistamos al psicólogo Álvaro Farías, miembro de RIES en Uruguay, para conocer más sobre la problemática de las sectas y acerca del curso que se está organizando.
¿Por qué considera importante la capacitación en estos temas?
— Álvaro Farías: Porque es un tema cada vez más complejo, que afecta a toda la sociedad y se ha vuelto un problema pastoral para las iglesias y un problema de salud mental en el que hay que trabajar con mayor urgencia y seriedad. La formación es una forma de prevención. Además, la demanda de consultas aumenta cada año y en nuestro curso anterior asistieron psicólogos, periodistas, médicos, abogados, docentes, pastores y una gran diversidad de personas preocupadas por el tema, ya sea a nivel profesional o familiar. El interés en el tema nos muestra que es un problema social sobre el que no se conoce mucho y reina una gran confusión, especialmente en el mundo de las nuevas terapias.
¿Cómo responde la Iglesia a este fenómeno?
— Álvaro Farías: Son incontables los pronunciamientos magisteriales desde Juan Pablo II sobre el tema, y especialmente en los documentos del CELAM, desde Puebla hasta Aparecida, donde el tema es un desafío pastoral que requiere una gran atención por parte de los pastores y de todos los agentes pastorales. Pero aunque hay orientaciones, documentos, y material informativo, no se forma lo suficientemente a los fieles en el tema y el proselitismo sectario es más eficaz donde la evangelización es más débil y donde la formación es inexistente.
De allí que la iniciativa de RIES ha sido en estos años agrupar a todos los expertos católicos en el tema y ofrecer un servicio permanente en el tema a todos los niveles, desde las conferencias episcopales hasta los colegios, universidades, parroquias y familias que solicitan asesoramiento, formación y ayuda.
Ahora se está organizando un nuevo curso en Uruguay, ¿a quiénes está dirigido?
— Álvaro Farías: El próximo curso comienza el 1 de septiembre, y si bien está pensado para todo tipo de público, hacemos un énfasis especial en los agentes pastorales, porque son ellos los que están en la primera línea de contención y los que más información tienen que tener para orientar en el discernimiento. Muchas veces he recibido en mi consultorio a personas afectadas por sectas o a familiares de personas que están en una secta y mayoritariamente son personas de origen católico, que en sus búsquedas espirituales o terapéuticas, empezaron por el reiki o el yoga para luego terminar en una secta. Muchas veces la pregunta que me hago es la siguiente: ¿es que nadie supo alertarlos sobre dónde se estaban metiendo? Y la respuesta que me termino dando a mí mismo, es que no. Nadie los alertó, nadie los cuidó, nadie supo cómo intervenir en el discernimiento y generalmente es debido a la gran desinformación que hay en nuestro país y en la Iglesia, en todo lo relacionado al tema de las sectas.
¿Podrías citarnos un ejemplo de este tipo de casos?
— Álvaro Farías: Obviamente no puedo dar ejemplos clínicos, mi trabajo como psicólogo me obliga a la confidencialidad. Pero les podría citar un fenómeno que estamos estudiando de cerca: el “Proyecto Yoga Udelar”. Es un proyecto que ingresó a la Universidad de la República -estatal y laica- a través del orden estudiantil sobre yoga y meditación. Hasta este punto uno podría decir: “¿y qué problema hay?”. El Yoga podrá ser un sano ejercicio físico y mental, pero antes que nada es una disciplina derivada del hinduismo. En este proyecto se manejan conceptos provenientes del esoterismo, de la Nueva Era y del hinduismo, incluyendo un adoctrinamiento espiritual. Lo más grave es que nadie sabe, que quien lidera este proyecto en Uruguay es fiel discípulo de Gregorian Bivolaru, un gurú rumano sobre quien pesa un pedido de captura internacional por usar a los practicantes de yoga para producir películas pornográficas y por trata de personas.
Esto sucede en Uruguay, pero es tal la desinformación, que a nadie le ha preocupado. ¿Cuántos católicos practican reiki, biodecodificación, leen libros de metafísica y un sinfín de terapias promovidas por la Nueva Era? Bastaría con preguntar en las parroquias y colegios católicos y uno se sorprendería.
Nadie cae en una secta como se ve en las películas, sino simplemente asistiendo a seminarios y retiros de dudoso origen. Actividades aparentemente inocuas suelen ser la puerta para hipotecar la salud mental de muchas personas. Otro asunto más complejo es la confusión religiosa en la que muchos se sumergen por falta de formación.
¿Qué clase de peligros existen en cuanto a la salud mental?
–Álvaro Farías: El tema de las sectas se aborda desde diferentes ópticas, yo como psicólogo lo abordo desde la psicología. Las personas víctimas de grupos sectarios, son víctimas de un proceso de manipulación que significa violencia psicológica sistemática. Es la más sutil y poco percibida de las formas de violencia, pero también es una de las más perjudiciales y destructivas.
Sabemos que durante el curso participará un experto español. ¿Quién es?
–Álvaro Farías: Sí, viene el P. Luis Santamaría del Río, sacerdote católico español, miembro fundador de RIES y experto en el tema sectas y Nueva Era. Es también consultor de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, miembro de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones (SECR), de la American Academy of Religion (AAR) y de la International Society for the Study of New Religions (ISSNR).
Es una gran alegría para nosotros contar con su presencia ya que tiene una amplia visión del tema desde la perspectiva teológica y pastoral, y es un gran conocedor de los aspectos doctrinales del fenómeno «New Age«. Además, su experiencia en el tema y su relación con expertos del mundo entero, nos aportará una visión más global del fenómeno.
¿Cómo se puede uno conectar con la RIES en Europa y América Latina?
–Álvaro Farías: La RIES tiene dos secretarías que coordinan toda la Red. En España el correo electrónico es ries.secr@gmail.com y en América Latina el correo es ries.america@gmail.com
Contamos con dos cuentas en twitter: @InfoRies y @infosectas y una página en Facebook: www.facebook.com/Infosectas
También tenemos secciones en diferentes webs, con muchos artículos y entrevistas a varios de los miembros de RIES en portales católicos. Tratamos de ayudar, asesorar e informar desde todos los ámbitos posibles, tanto en ámbitos católicos como seculares, ya que el problema de las sectas no es un tema de las iglesias, sino un drama social que afecta a todos, sin importar sus creencias.