Corea del Norte y Corea del Sur llegaron este martes a un acuerdo después de las conversaciones iniciadas el sábado para intentar solucionar la grave crisis militar entre ambos países a raíz del intercambio el pasado jueves de disparos de artillería.
Un año atrás, el 18 de agosto de 2014, el papa Francisco finalizó su viaje a Corea del Sur con una celebración muy especial: la misa por la reconciliación y la paz entre el Norte y el Sur, en la catedral de Myeong-dong, dedicada a la Inmaculada Concepción, en Seúl.
Este martes Corea del Norte bajó la alerta que le puso en estado de guerra, tras las negociaciones realizadas en la localidad de Panmunjom dentro de la Zona Desmilitarizada que separa las dos Coreas. El enfrentamiento entró en su fase crítica cuando el jueves pasado, Corea del Norte disparó cuatro obuses contra el Sur y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó a sus tropas prepararse para el combate, ante lo que Seul respondió con fuego de artillería.
En un comunicado conjunto sobre el acuerdo, Corea del Norte lamentó el incidente con minas terrestres que causó lesiones a dos soldados del Sur, aunque no reconoció haber puesto los explosivos. Por su parte Seúl acordó terminar con la propaganda anti Pyongyang que inició en la frontera con altoparlantes, tras el caso de los dos soldados.
Para la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye el acuerdo “podría ser la ocasión para resolver todas las cuestiones en suspenso” entre las dos Coreas. Ambos países se mantienen formalmente en guerra debido a que jamás fue firmado desde el fin del conflicto en 1953, un acuerdo de paz.
Kim Kwan-jin, asesor de seguridad nacional de la presidenta, en declaraciones transmitidas por televisión dijo: «Es muy significativo que por esta reunión Corea del Norte se haya disculpado por la provocación y prometiera trabajar para evitar que vuelvan a producirse incidentes semejantes y para disminuir las tensiones».
Además los dos gobiernos aceptaron retomar el trabajo para consentir la reunificación de los núcleos familiares separados por la guerra.