En la entrevista que el arzobispo de Bogotá, el cardenal Rubén Salazar Gómez, presidente del CELAM para el cuatrienio 2015-2019, concedió a Por Óscar A. Elizalde Prada, en la primera parte habla de la elaboración del Plan Global, que orientará la misión del CELAM en este nuevo período, y algunos elementos marcantes de la última Asamblea General y perspectivas para el futuro. Aquí la segunda parte de la entrevista
La nueva carta encíclica
Ante la nueva carta encíclica, Laudato Si’, ¿qué respuestas ofrecerá el CELAM a los acuciantes clamores que se derivan de la actual emergencia ecológica que vive el planeta y, en él, América Latina y el Caribe?
— Cardenal Rubén Salazar: Yo pienso que todo lo que se hace en el Departamento de Justicia y Solidaridad va en esa línea, para alcanzar, especialmente a la luz de Laudato si’, una integración profunda que tiene que ver la economía, la ecología, la justicia, el desarrollo humano… en últimas, con todo lo que verdaderamente implica la vida del ser humano en la Tierra y, por lo tanto, el cuidado de la Tierra, que no es otro que el cuidado de la misma humanidad que la habita y está llamada a transformar la realidad.
Entonces el trabajo de este Departamento va a ser sumamente importante, pero también desde el CEBITEPAL, en la Escuela Social, la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia va a tener una gran relevancia en este sentido, a fin de difundir el mensaje que el Santo Padre nos presenta, de una ecología integral, una ecología que abarque todos los aspectos de la vida de la Iglesia, de la vida del mundo social, de la sociedad en que vivimos, y, de este modo, una ecología que lleve también a revisar los modelos de desarrollo, los modelos de economía vigentes en el mundo en este momento.
¿Qué claves de lectura propone el CELAM para una adecuada recepción de la encíclica en América Latina y el Caribe?
— Cardenal Rubén Salazar: Indudablemente que son claves universales las que nos presenta la Iglesia pero que en América Latina tiene que adquirir una dimensión especialísima. Latinoamérica, por ejemplo, es un continente tremendamente rico en reservas naturales, y se corre siempre el riesgo de que la explotación de estas reservas repercutan en daños irreparables sobre la Tierra. Nosotros tenemos en diferentes países el problema de la minería exacerbada, de la explotación totalmente irracional de los recursos minerales, que causa profundos daños ecológicos, y que, por lo mismo, va a hacer que el deterioro ambiental de nuestros países se acreciente y se llegue a situaciones de extrema dificultad. En ese sentido, la encíclica nos va a iluminar sobre situaciones muy concretas que vivimos en América Latina y que tenemos que ver cómo, a la luz de este documento y de toda la Doctrina Social de la Iglesia, nos empeñamos en que el Continente cambie, se transforme, para tener una sociedad más justa, más fraterna, una sociedad verdaderamente en paz.
¿La misión de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM) se puede interpretar en este mismo sentido?
— Cardenal Rubén Salazar: Sí, sin lugar a dudas la REPAM es un paso muy importante, un paso adelante, porque fija su atención en la Amazonía, que es uno de los sitios en este momento más importantes desde el punto de vista ecológico. Ante esa gigantesca reserva que tiene la humanidad allí, en la región pan-amazónica, y que todos los días está siendo depredada, a partir de la REPAM queremos incidir en su defensa como CELAM, con una enorme trascendencia. Por ejemplo, hace unos meses el CELAM en compañía de la presidencia de la Conferencia Episcopal Americana y de la Conferencia Episcopal Canadiense, llevó ante la Corte Internacional de los Derechos Humanos una queja por la explotación minera que se está llevando a cabo, de modo absolutamente irracional, en algunos países. O sea que ya hay acciones concretas, muy significativas, en este campo de la ecología.
La BIA
Pasando a otro asunto, referido a la espiritualidad bíblica, el CELAM ha venido trabajando desde hace muchos años en una nueva traducción de la Biblia que recientemente se ha dado a conocer a través del Nuevo Testamento de la Biblia de la Iglesia en América (BIA). ¿Qué continuidad va a tener este proyecto?
Son proyectos del CELAM, y que por lo tanto no dependen de una presidencia o de un cuatrienio. Son proyectos que están profundamente anclados a la existencia misma del CELAM y, por eso, en el proceso de traducción se ha previsto que en diciembre de este año se publicará el Antiguo Testamento. De este modo, podremos proceder a la publicación completa de la BIA.
Esa traducción de la Sagrada Escritura, hecha por el CELAM, va a tener una enorme importancia, porque es un esfuerzo muy grande que se hace para proveer a los fieles de América Latina y de habla hispana en Estados Unidos y en Canadá de una traducción de la Biblia que les permita tener un acceso más fácil, más sencillo, a la Palabra de Dios, que los ayude en su comprensión, lo cual es indispensable si se quiere avanzar en el proceso de ser discípulos misioneros del Señor.
Leer la primera parte de la entrevista sobre el CELAM clicando aquí