El Departamento de Defensa de los Estados Unidos enviará a Camerún a unos 300 militares para tareas de vigilancia aérea e inteligencia en la lucha contra grupos extremistas, como Boko Haram. El lunes ya llegaron al país africano 90 de esos efectivos. Los militares estarán armados para defenderse de posibles ataques, pero no tendrán tareas de combate, según informó este miércoles la Casa Blanca.
Tras recibir una solicitud del Gobierno de Camerún, fuerzas estadounidenses trabajarán junto al Ejército camerunés en una operación “temporal, expeditiva y contingente”, explicó la coronel Michelle L. Baldanza, portavoz del Pentágono, en un comunicado.
Baldanza dijo que el despliegue de efectivos y drones norteamericanos ayudará a Camerún y otros países de la región a garantizar la seguridad de sus fronteras contra “actividades violentas e ilegales”.
Boko Haram, que es un grupo aliado del autodenominado Estado Islámico, ha expandido en los últimos meses sus ataques más allá de su base en el noreste de Nigeria. El domingo, al menos nueve personas murieron en Camerún por un doble atentado suicida. La víspera, al menos 41 personas perdieron la vida por una triple explosión en el vecino Chad. Esta medida anunciada ayer por la Casa Blanca supone una nueva ofensiva de los Estados Unidos contra el yihadismo.