Coincidiendo con la recta final de la XXI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (
COP21) que finalizará el viernes,
Cáritas Europa ha señalado este miércoles que «el cambio climático es un ataque sin precedentes contra los derechos humanos».
Para la organización eclesial, el cambio climático y los derechos humanos son dos cuestiones íntimamente relacionadas y por ello ha instado a los líderes mundiales reunidos en París a poner las necesidades de los más pobres y vulnerables en el centro del acuerdo final de la COP21. En esta línea, Cáritas ha exigido que el acuerdo final sea justo y vinculante.
En una Declaración, la entidad socio-caritativa ha explicado que los principales afectados son todas aquellas personas que ya no pueden seguir viviendo en sus hogares por las consecuencias del cambio climático, como la subida del nivel del mar, fuertes sequías o fenómenos atmosféricos, entre otras.
«Las sequías y las inundaciones amenazan zonas vulnerables en todas las regiones del mundo, y las cada vez más impredecibles precipitaciones hacen la vida más difícil para los más pobres y vulnerables. El cambio climático amenaza a gran escala el derecho a la alimentación y el derecho a la vivienda», ha afirmado el copresidente del Grupo Internacional de Expertos sobre sistemas sostenibles de alimentos, el profesor Olivier De Shutter, según recoge el comunicado remitido a ZENIT.
Aprovechando que el jueves se celebra el Día de los Derechos Humanos, Silvia Sinibaldi, experta sobre incidencia política en las áreas de desarrollo internacional y ayuda humanitaria de Cáritas Europa, ha advertido que «las decisiones que se tomarán en París afectarán a muchos derechos humanos, como el derecho a la alimentación, el derecho al agua y el derecho a la tierra». Y ha recordado que «en última instancia, la COP21 trata sobre el derecho a vivir una vida con dignidad».
Por otra parte, un equipo formado por 13 personas de
Manos Unidas ha llegado este mismo miércoles a París para participar en varios talleres organizados por la alianza de ONGD católicas para el desarrollo internacional
CIDSE y denunciar los efectos que el cambio climático está teniendo en los más desfavorecidos.
De esta forma, la ONG española se ha unido a cientos de organizaciones de la sociedad civil y como miembro de Alianza por el Clima ha realizado una triple demanda a la COP21: que los acuerdos sean legalmente vinculantes, ambiciosos y justos. «Se pide que los países se comprometan con la gravedad y urgencia que requiere el cambio climático y sus efectos y teniendo en cuenta a los países que más lo sufren», ha subrayado la entidad en una
nota.
Además, Manos Unidas ha insistido especialmente en las consecuencias que el cambio climático ya está teniendo en las personas de los países más desfavorecidos del planeta, «que son quienes menos lo han provocado», cuestiones en las que hace especial hincapié el papa Francisco en su encíclica
Laudato Si’.
Esta semana culminará en París la Cumbre, en la que representantes de 195 países intentan cerrar un acuerdo vinculante para luchar contra el cambio climático. Este nuevo pacto tendría que sustituir al Protocolo de Kioto, aprobado en 1997 y vigente desde 2005, que solo consiguió vincular a 37 de los casi 200 países que en 1992 firmaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) admitiendo la importancia del calentamiento global.