(ZENIT – Roma).- Una misa en la catedral de Lima para los peruanos que hablan quechua fue celebrada este domingo 15 de enero por el cardenal Juan Luis Cipriani.
El quechua es un idioma hablado por unos 8 millones de personas de los más de 32 millones de habitantes del país, en particular en la zona de la sierra, profundamente rica y orgullosa de sus tradiciones populares católicas.
El cardenal arzobispo invitó a los presentes a que le ayuden en la evangelización: “Hay muchas personas que han venido de la sierra y que necesitan que ustedes les señalen: anda a ver a Jesús, bautiza a tus hijos, acércate a la confesión. Yo quiero contar con la colaboración de ustedes para que esa gran misión, para que todos nuestros hermanos que vinieron de la sierra, que cuando ven sus patronos y sus santos se acuerdan de su juventud y vuelvan a la Iglesia”, dijo.
Y les exhortó: “Ayúdenme en esa catequesis. Enseñar a tus hijos, a tus amigos, llevarlos a la hermandad a rezar”.
El purpurado les recordó que “lo que más separa al pueblo de mí es el pecado”. El pecado de beber, de no cuidar el propio matrimonio, del robo y de la mentira, entre otros; señalando que “Jesús quiere lavar tu alma, quiere sanarte de esa inclinación que te lleva a la cólera y que te lleva a pelear”.
Les invitó también: “Cuiden su familia, bauticen a sus hijos, recen el rosario, tengan cariño entre ustedes, ayúdense”. Y a los responsables de las procesiones, los mayordomos, les invitó a que sean siempre obedientes a los párrocos, a los sacerdotes y a sus estatutos”.
“Que Dios bendiga a este pueblo cuzqueño -concluyó- que son la gran mayoría que ha asistido a la catedral. Que Dios los bendiga”.