(ZENIT – 13 febrero 2019).- A escasos días del término de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá (JMJ 2019), el Arzobispo José Domingo Ulloa, asegura que aquí no acaba todo, más bien es el comienzo. El Arzobispo Metropolitano de Panamá revela a Zenit cual fue la invitación que le hizo el Santo Padre antes de marchar del país, y relata qué frutos ha dejado la JMJ en la Iglesia panameña.
«Hemos vivido un verdadero Pentecostés Juvenil con la riqueza multicultural y étnica de los peregrinos» expresa con alegría el prelado centroamericano. «Realmente ha sido maravilloso ver a ‘la esposa’ tan hermosa y llena de detalles que nos invitan a la oración y la participación en la eucaristía» recuerda Mons. Ulloa haciendo referencia al momento de la consagración de la Catedral de Panamá.
Rosa Die Alcolea, corresponsal de Zenit en la JMJ de Panamá, celebrada del 22 al 27 de enero de 2019, entrevistó en exclusiva a Mons. José Domingo Ulloa, días después de que terminara el encuentro mundial en Ciudad de Panamá.
Los momentos de intensa espiritualidad como el Via Crucis y la Vigilia han supuesto una experiencia que «ha marcado mucho a quienes participamos», relata Mons. Ulloa, así como el contacto humano en el centro de cumplimiento de menores y en el Hogar Buen Samaritano.
A continuación, ofrecemos la entrevista completa que el Arzobispo concedió a Zenit.
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ZENIT: ¿Cómo ha vivido esta Jornada Mundial de la Juventud?
Mons. José Domingo Ulloa: Con mucha alegría y esperanza en la juventud del mundo. Hemos vivido un verdadero Pentecostés Juvenil con la riqueza multicultural y étnica de los peregrinos, que a pesar de ser distintas jamás fueron distantes. Y teniendo tan cerca al Papa Francisco, con sus gestos tan sensibles a la realidad de nuestros pueblos, nos hemos sentido fortalecidos en la fe y en nuestro ministerio episcopal.
ZENIT: ¿Qué momento de la JMJ ha vivido de manera más especial?
Mons. Ulloa: Es difícil responder un momento específico, porque la JMJ en Panamá fue un cúmulo de emociones, en cada evento, en cada recorrido, en cada encuentro. Los momentos de intensa espiritualidad como el Via Crucis y la Vigilia, ha sido una experiencia que ha marcado mucho a quienes participamos, pero también el contacto humano en el centro de cumplimiento de menores y en el Hogar Buen Samaritano, nos impactó mucho. Esto solo por mencionar algunos.
ZENIT: Fue un momento precioso cuando el Papa le felicitó el día de la consagración del altar de la Catedral por encontrarse con su esposa. ¿Cómo lo vivió? ¿Cómo fue la espera?
Mons. Ulloa: Su Santidad como buen latinoamericano sabe usar las frases adecuadas y precisas para cada momento. Ciertamente, luego que la Catedral Basílica Santa María la Antigua estuviese cerrada por tantos años y poder encontrar esta joya histórica y espiritual en compañía del Santo Padre y la representación de todo la Iglesia, fue muy emocionante. Realmente ha sido maravilloso ver a “la esposa” tan hermosa y llena de detalles que nos invitan a la oración y la participación en la eucaristía; ha sido un acontecimiento memorable.
ZENIT: ¿Qué ha aprendido de sus fieles panameños con la celebración de esta Jornada?
Mons. Ulloa: Como lo señaló el Papa Francisco “es un pueblo noble”, que no es indiferente ante las necesidades del otro. La apertura y la manera en que han acogido a todos los peregrinos sin distinción alguna, nos habla de esa capacidad de servir en alegría y de su desprendimiento. Puedo decir que la Jornada ha permitido al pueblo panameño reencontrarse con sus raíces, que están íntimamente ligadas a su fe y a su Iglesia.
El impacto de un pueblo noble se ha sentido en todo el mundo. Esperamos seguir compartiendo la alegría de la solidaridad y la fraternidad, que nos ha caracterizado siempre.
ZENIT: ¿Qué les aportaron a ustedes, a la Iglesia Católica en Panamá, los peregrinos de otros países, algunos tan lejanos?
Mons. Ulloa: Para nosotros el encuentro con el otro es una oportunidad, para compartir la vida de fe, la vida social y cultural. El aporte de tantos peregrinos nos ha permitido sentirnos una sola familia humana, una sola Iglesia, en la que compartimos el amor de Dios, la fe y el compromiso de ser esa Iglesia en salida, sin miedo a equivocarnos ni a compartir lo que somos.
ZENIT: Partiendo del documento que prepararon los jóvenes indígenas en el EMJI, ¿cómo cree que han repercutido las palabras del Papa Francisco en ellos?
Mons. Ulloa: Estoy convencido que ha sido un momento especial, sobre todo el mensaje que envió el Papa Francisco a los participantes de este encuentro, que los sorprendió muchísimo y los alegró también. Siempre es un estímulo positivo para continuar con el rescate de sus valores y la defensa de la tierra.
Es oportuno también informar que también previo a la Jornada Mundial de la Juventud, se realizó el Foro JMJ Afrodescendientes, con una participación de 200 líderes y liderezas juveniles, que fue muy especial donde convergieron católicos, evangélicos, de otras comunidades de fe y no creyentes, para hacer su proclama sobre la defensa de sus derechos en justicia, desarrollo y reconocimiento.
Estos dos encuentros son inéditos en la JMJ, que el Santo Padre Francisco ha ponderado durante sus intervenciones en los actos centrales de la Jornada.
ZENIT: ¿Cómo se involucraron los jóvenes indígenas de Panamá en el EMJI? ¿cuántos participaron?
Mons. Ulloa: Hubo todo un trabajo organizativo donde participaron las distintas etnias lo que permitió tener una gran representatividad de los indígenas panameños. Participaron representaciones de 40 pueblos originarios, de 12 países.
ZENIT: ¿Cree que se abre un nuevo espacio para el diálogo interreligioso en Panamá con el gesto de solidaridad de sus hermanos judíos y musulmanes?
Mons. Ulloa: Panamá ya tiene un camino recorrido en lo que se refiere al Diálogo Ecuménico y el Diálogo Interreligioso, y una de las figuras que aportó muchísimo en esto fue el Padre Néstor Jaén, (q.e.p.d.) . Nos hemos reunido para la Jornada de Oración por Siria y en la promoción de la Laudato Si’ o el cuidado de la tierra. También en la preparación de la JMJ. Esto es un testimonio que deseamos se pueda replicar en otros países.
ZENIT: ¿Qué le encomendó el Papa Francisco?
Mons. Ulloa: Continuar abriendo los espacios para los jóvenes, acompañarlos, formarlos y animarlos porque hay mucha esperanza en ellos, especialmente en la Iglesia Católica en Panamá y Centro América.