(ZENIT – 30 marzo 2019).- Francisco ha indicado que este viaje es una «importante oportunidad para promover el diálogo interreligioso y el conocimiento recíproco entre los fieles de nuestras dos religiones», al mismo tiempo que se conmemoran los 800 años del histórico encuentro entre san Francisco de Asís y el sultán al-Malik al-Kamil.
A las 15 horas de este sabato, 30 de marzo de 2019, en la explanada de la Torre Hassan, el Santo Padre Francesco se ha encontrado con el pueblo de Marruecos, las autoridades, los representantes de Sociedad Civil y los miembros del Cuerpo Diplomático. Después del discurso del Rey Mohammed VI, el Papa ha dirigido unas palabras a todos los presentes.
En este sentido, Francisco ha recordado que «es indispensable oponer al fanatismo y al fundamentalismo la solidaridad de todos los creyentes, teniendo como referencias inestimables de nuestro actuar los valores que nos son comunes».
Formación contra el extremismo
Así, ha manifestado su alegría por visitar en el día de hoy el Instituto Mohammed VI para imanes, predicadores y predicadoras, donde se ofrece una «formación adecuada y sana contra todas las formas de extremismo, que llevan a menudo a la violencia y al terrorismo y que, en todo caso, constituyen una ofensa a la religión y a Dios mismo».
«Aquí en esta tierra, puente natural entre África y Europa, deseo insistir en la necesidad de unir nuestros esfuerzos para dar un nuevo impulso a la construcción de un mundo más solidario, más comprometido en el empeño honesto, valiente e indispensable por un diálogo que respete las riquezas y particularidades de cada pueblo y de cada persona»: ha anunciado el Papa en Rabat, horas antes de su encuentro con los migrantes en la delegación de Caritas diocesana.
Para participar en la edificación de una sociedad abierta, plural y solidaria –ha continuado– es «esencial» desarrollar y asumir constantemente y sin flaquear la cultura del diálogo como el camino a seguir; la colaboración, como conducta; el conocimiento recíproco, como método y criterio.
Crisis migratoria
La grave crisis migratoria que hoy estamos afrontando –ha expresado el Papa en Rabat– es una «llamada urgente» para que todos busquemos los «medios concretos» para erradicar las causas que obligan a tantas personas a dejar su país, su familia y a encontrarse frecuentemente marginadas, rechazadas.
En este contexto, Francisco ha declarado que «aún queda mucho por hacer», sobre todo porque –ha explicado– «es necesario pasar de los compromisos contraídos con ese documento, al menos a nivel moral, a acciones concretas» y, en especial, «a un cambio de disposición hacia los migrantes, que los afirme como personas, no como números, que reconozca sus derechos y su dignidad en los hechos y en las decisiones políticas».
En concreto, ha manifestado su deseo de que Maruecos muestra «disponibilidad» y «hospitalidad» y «quiera continuar siendo, en la comunidad internacional, un ejemplo de humanidad para los migrantes y los refugiados, de manera que puedan ser, aquí, como en cualquier otro lugar, acogidos y protegidos con humanidad, se promueva su situación y sean integrados con dignidad».
Comunidad católica
El Papa ha dirigido un agradecimiento al Rey Mohammed V y a las autoridades por su apoyo a los católicos del país: «Los cristianos se alegran por el lugar que les han hecho en la sociedad marroquí. Ellos quieren contribuir en la edificación de una nación solidaria y próspera, teniendo como preocupación el bien común del pueblo. Desde este punto de vista, me parece significativo el compromiso de la Iglesia Católica en Marruecos».
Instituto Ecuménico Al Mowafaqa
Asimismo, el Pontífice ha indicado que considera un «gesto profético» la creación del Instituto Ecuménico Al Mowafaqa, en Rabat, en el año 2012, por «iniciativa católica y protestante» en Marruecos, Instituto que quiere contribuir a la promoción del ecumenismo, como también del diálogo con la cultura y con el Islam. «Esta loable iniciativa expresa la preocupación y la voluntad de los cristianos que viven en este país en construir puentes que manifiesten y sirvan a la fraternidad humana».
Al final de este encuentro, el Pontífice se ha dirigido, junto al Rey y ambas delegaciones al Mausoleo Mohammed V, donde ha entregado una ofrenda floral y ha rezado ante la tumba del sultán y rey Mohammed V, Muhammad ibn Yūsuf, aclamado como el «Padre de la Independencia» del país.
El Papa Francisco con el Rey de Marruecos, Mohammed VI © Vatican Media
Francisco en Marruecos: Importante oportunidad para promover el diálogo interreligioso
Encuentro con el pueblo y las autoridades