milagro Mamerto Esquiú

Fray Mamerto Esquiú (C) Catamarca online

El milagro atribuido a fray Mamerto Esquiú, franciscano argentino

Predicador y político

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(zenit – 24 junio 2020).- Un milagro atribuido a la intercesión de Mamerto Esquiú (1826 -1883), franciscano argentino, obispo de Córdoba, predicador y político, fue reconocido por el Vaticano, allanando así el camino para su beatificación.

Durante una audiencia concedida al cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el 19 de junio de 2020, el Papa aprobó cinco decretos relativos a los milagros obtenidos por la intercesión de tres hombres venerables, el martirio de una religiosa italiana y las virtudes heroicas de una monja mexicana.

El milagro presentado para la beatificación del obispo Esquiú se produjo en la diócesis de Tucumán en Argentina en 2016 a favor de un recién nacido que sufría de osteomielitis severa del fémur, indica el sitio web de los Frailes Menores en inglés.

Nacido el 11 de mayo de 1826 en San José de Piedra Blanca, Mamerto Esquiú entró en los Frailes Menores de la Provincia de la Asunción en Argentina en 1841.

Ordenado sacerdote el 18 de octubre de 1848, se convirtió en profesor del seminario de Catamarca, en el noroeste del país. Se distinguió particularmente en la predicación, un ministerio por el que fue apreciado no sólo en la Iglesia, sino también en los círculos políticos. Sus llamamientos a la paz, la fraternidad y la cooperación civil contribuyeron a crear el clima sociocultural para el nacimiento del nuevo estado federal de la Argentina. Hizo una importante contribución a la redacción de la Constitución de 1853.

Entre 1855 y 1862, el padre Esquiú también aceptó desempeñar un papel político activo como diputado y miembro de la junta directiva de Catamarca.

Con el deseo de retomar una vida franciscana regular, en 1862 se estableció en Bolivia como misionero apostólico. En 1870 fue recomendado para la sede episcopal de Buenos Aires. Sin embargo, se consideró indigno de esto y dejó el país para hacer una peregrinación a Tierra Santa, Roma y Asís. En 1879 no pudo rechazar el nombramiento como obispo de Córdoba. Fue consagrado el 12 de diciembre de 1880.

“En su ministerio”, se lee en una nota biográfica publicada por los franciscanos, “se distinguió por su doctrina y autoridad y promovió la santidad como el corazón de la vida sacerdotal y el compromiso cristiano. El fundamento de su extraordinaria actividad pastoral fue su intensa vida de oración y unión con Cristo”.

El obispo Esquiú murió repentinamente el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho. Fue declarado venerable en 2006.

Marina Droujinina

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Staff Reporter

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