Torre residencial de Gaza colapsa por impacto de misiles. Foto: Reuters.

Conflicto israelí-palestino: habla el párroco católico de Gaza, ciudad duramente golpeada

«Hoy constatamos que la población de Gaza está siempre más desmoralizada. Sobre todo los jóvenes”

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Redacción

La tensión suscitada en las últimas semanas en Tierra Santa a raíz del desalojo de casas habitadas por palestinos en Jerusalén, bajo el pretexto de que son propiedades de israelíes, y el veto a los musulmanes para rezar en la mezquita principal de la ciudad santa, en pleno Ramadán, llegó a un punto especialmente álgido este martes 11 de mayo con las bombas que destruyeron un edificio en la ciudad palestina de Gaza y la respuesta de la parte palestina con el lanzamiento de misiles a Tel Aviv.

En declaraciones para TerraSante.net, el padre Gabriel Romanelli, sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado y párroco en la ciudad de Gaza, refiere que la parroquia católica que cuenta 133 fieles se encontraba bien luego de meses de restricciones por la pandemia, pero ahora con miedos por los bombardeos.

“Estamos habituados a la guerra aquí en Gaza. Generalmente sentimos el ruido de los misiles de noche. Hoy están llegando también en pleno día. Y es una mala señal. Se hace peligroso también salir en auto para visitar a los enfermos, a los pobres y a todos los parroquianos que tienen necesidad”, refiere el padre Gabriel, quien también comenta que durante la pandemia, incluso durante la pasada Semana Santa, el 86% de los fieles se sumaron a las celebraciones. “Puede sonar paradójico pero debo decir que esta estación de Covid ha sido un periodo feliz porque al menos ha tenido lejos la guerra. Hoy constatamos que la población de Gaza está siempre más desmoralizada. Sobre todo los jóvenes”, añade.

Al padre Gabriel le parece una cuestión muy seria el hecho de que se le impida a los musulmanes acceder libremente a la explanada de las mezquitas durante el Ramadán, lo cual incluso califica de provocación. “Oramos por la reconciliación entre ambas parte, por la reparación y por la justicia”, dice. Y agrega: “Oramos también por las almas de aquellos que están perdiendo la vida y que quizá no estaban preparadas para dejar este mundo (…). La guerra es malvada, también cuando es defensiva, porque mata también el espíritu o deja impresas muchas heridas”.

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Redacción Zenit

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