Mi hermano y yo nos vimos obligados a huir de Afganistán. Él tenía 16 años y yo 8. Foto: Stefano Dal Pozzolo.

‘Los talibanes mataron a mis padres’: lo que los cristianos pueden esperar tras la llegada de extremistas musulmanes

Ali Ehsani, un abogado de 38 años que ahora vive en Italia, explicó que los talibanes fueron despiadados cuando descubrieron que su familia era cristiana.

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Por: Raquel Martin y Fionn Shiner

(ZENIT Noticias, 19.09.2021).- Un cristiano afgano, cuyos padres fueron asesinados por los talibanes cuando tenía ocho años, ha dado una nueva perspectiva de lo que los cristianos pueden esperar tras la toma del poder por parte del grupo extremista.

En declaraciones a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Ali Ehsani, un abogado de 38 años que ahora vive en Italia, explicó que los talibanes fueron despiadados cuando descubrieron que su familia era cristiana.

“La gente finalmente descubrió que éramos cristianos. Un día llegué a casa de la escuela y descubrí que los talibanes habían destruido nuestra casa y habían matado a mis padres. Mi hermano y yo nos vimos obligados a huir de Afganistán. Él tenía 16 años y yo 8”, dijo.

Y añade: “El viaje duró cinco años. Fue un viaje desgarrador que nos llevó a través de Afganistán, Pakistán, Irán, Turquía y Grecia, hasta llegar a Italia. Mi hermano murió en el camino».

Antes de la muerte de sus padres, Ehsani menciona que la fe de su familia se mantenía en secreto: “Cuando tenía ocho años fui a la escuela y mis compañeros de clase me preguntaron por qué mi padre no iba a la mezquita a rezar. Fui a casa y le pregunté a mi padre y él dijo: ‘¿Quién dijo eso?’. Mi padre me recalcó que no debía decirle a nadie que éramos cristianos. Mi padre explicó que los cristianos iban a la iglesia. Sin embargo, lo dejó así porque tenía miedo de que saliera y hablara de nuestra fe y que la gente se enterara de nosotros”.

Una vez en Italia, Ehsani se hizo amigo de una familia cristiana en Afganistán y los apoyó, aunque finalmente los talibanes también los descubrieron y tuvieron que abandonar el país. Ahora también están en Italia.

Él dijo: “Les envié videos de la Santa Misa o transmití en vivo los servicios para ellos en mi teléfono móvil… estaban tan profundamente conmovidos que lloraron. Sin embargo, mientras veían una de las transmisiones de la Santa Misa, habían encendido el televisor para que toda la familia pudiera escucharlo. A través de esto, un vecino descubrió que eran cristianos y los traicionó. El padre fue arrestado y fue la última vez que supieron de él. La familia se vio obligada a huir y se escondió en una especie de búnker, pagando a un guardia para protegerlos. Gracias a las autoridades italianas y vaticanas pudimos sacarlos del país”.

“La primera vez que pudieron asistir a misa estaban tan abrumados que solo podían llorar. Y dijeron: ‘Después de haber vivido en la oscuridad durante tantos años como cristianos secretos, es como renacer’”.

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Redacción Zenit

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