(ZENIT Noticias / Washington, 25.01.2022).- Las tensiones aumentan a medida que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN consideran la mejor manera de responder a la acumulación masiva de fuerzas y equipos militares rusos en la frontera con Ucrania. Ante estas crecientes tensiones, el obispo de Rockford, Mons. David Malloy, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, emitió la siguiente declaración:
“Con la alarmante situación en Ucrania, hacemos un llamado a todos los líderes para que respeten la integridad territorial y la independencia política de Ucrania y participen en un diálogo constructivo para resolver pacíficamente este conflicto que afecta las vidas y los medios de subsistencia de 43 millones de ucranianos.
“En comentarios posteriores a su Ángelus del 23 de enero, el Papa Francisco pidió que el 26 de enero sea un día de oración por Ucrania dada la creciente preocupación por la situación en ese país y en Europa en general, diciendo: ‘Hago un llamado sincero a todas las personas de voluntad de elevar oraciones a Dios Todopoderoso para que todas las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana…’ Anteriormente, el Santo Padre había expresado su preocupación por Ucrania y la esperanza ‘de que las tensiones que está experimentando se resuelvan a través de diálogo internacional serio y no con armas’.
“Unámonos al Santo Padre quien, en su discurso de 2022 ante el cuerpo diplomático, dijo: ‘La confianza recíproca y la disposición para entablar un debate tranquilo deben inspirar a todas las partes en juego, para que se puedan encontrar soluciones aceptables y duraderas en Ucrania…’
“Los obispos católicos de Ucrania y Polonia emitieron un llamamiento el 24 de enero para que los líderes se abstuvieran de la guerra y ‘retiraran los ultimátum de inmediato’. Hicieron un llamado a ‘la comunidad internacional para unir esfuerzos en solidaridad y apoyar activamente a aquellos bajo amenaza de todas las formas posibles’.
“En este momento de miedo e incertidumbre, nos solidarizamos con la Iglesia en Ucrania y ofrecemos nuestro apoyo. Llamamos a todos los fieles y personas de buena voluntad a orar por el pueblo de Ucrania, especialmente el 26 de enero, para que conozcan las bendiciones de la paz”.