(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 05.05.2022).- Este jueves 5 de mayo se hizo público el nacimiento de una nueva institución nacida por voluntad del Papa. Nos referimos a la Domus Vaticanae a la que el Papa erige “en persona jurídica canónica pública, con sede en el Estado de la Ciudad del Vaticano”.
La Domus Vaticanae es el organismo de la Santa Sede que agrupa instituciones pre-existentes y que tenían finalidades comunes: nos referimos a la Domus Sanctae Marthae, Domus Romana Sacerdotalis, Domus Internationalis Paulus VI y Casa San Benedetto.
La Domus Sanctae Marthae se remonta a 1996 con san Juan Pablo II, la Domus Romana Sacerdotalis a 1999 también con san Juan Pablo II y la Domus Internationalis Paulus VI también a san Juan Pablo II. “Las tres Fundaciones tenían como objetivo ofrecer hospitalidad, en un espíritu de fraternidad sacerdotal, a los eclesiásticos que sirven en la Curia Romana, a los Cardenales, Obispos, personal diplomático de la Santa Sede, así como a los Presbíteros que vienen a Roma para visitar al Santo Padre o para participar en actos preparados por esta Sede Apostólica”, dice el quirógrafo del papa.
Por su parte, la Casa San Benedetto se remonta a 2008 con Benedicto XVI. La finalidad de esa cada era “proporcionar una residencia adecuada al personal jubilado que ha servido a la Santa Sede en las Representaciones Papales”.
Con la creación de la Domus Vaticanae se suprimen todas esas fundaciones y/o casas y nace esta otra realidad que recoge el sentido de sus antecesoras. El Papa dispone que los bienes pasan “a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica” y subraya que “La nueva Institución seguirá persiguiendo los objetivos de las cuatro Fundaciones anteriores, de forma compatible con lo dispuesto en el n. 43 de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que reserva el edificio de la Domus Sanctae Marthae, durante el Cónclave para la elección del Sumo Pontífice, para uso exclusivo de los Cardenales electores”.
Finalmente, el Papa aprueba un Estatuto para la nueva institución y delega “en el Reverendo Cardenal Secretario de Estado la aprobación del Reglamento de la Domus Vaticanae”.