Por: Lim Kym
(ZENIT Noticias / Hong Kong, 12.05.2022).- Tras unas horas arrestado y luego de pagar una multa, fue liberado el cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong luego de haber sido capturado por la policía del gobierno comunista de China en Hong Kong acusándolo de “colusión con fuerzas extranjeras”.
Desde que era arzobispo de la ex colonia británica, el cardenal Zen fue un hombre activo en pro de la defensa de los derechos humanos. Con la imposición progresiva del comunismo en Hong Kong y la paulatina limitación de derechos humanos, empezando por los democráticos, el cardenal Zen ha sido una de las pocas voces autorizadas dentro de la Iglesia que se han posicionado en contra.
En junio de 2020 entró en vigor una ley que impuso el gobierno comunista chino para obligar a revelar datos a los ciudadanos hongkoneses. El periodo anterior estuvo caracterizado por persecución política contra opositores al régimen comunista de Pekín. Dado que el cardenal Zen era parte de una fundación pro derechos humanos que impulsaba la financiación de defensa legal para los acusados por el gobierno chino, este le ha acusado y por eso sucedió la captura.
Muy pronto el gobierno de los Estados Unidos hizo una manifestación pública de solidaridad pidiendo la liberación del cardenal Zen:
«La libertad de expresión es fundamental para las sociedades prósperas y seguras. Hacemos un llamamiento a la República Popular China y a las autoridades de la ciudad para que dejen de atacar a los partidarios de Hong Kong y liberen inmediatamente a los que han sido detenidos y acusados injustamente, como el cardenal Joseph Zen y otros detenidos hoy».
La declaración la hizo Karine Jean-Pierre, vice portavoz de la Casa Blanca. Por su parte, la diócesis católica de Hong Kong publicó en su portal institucional:
La diócesis católica de Hong Kong está muy preocupada por el estado y la seguridad del cardenal Joseph Zen y ofrecemos nuestras oraciones especiales por él.
Siempre hemos defendido el Estado de Derecho. Confiamos en que en el futuro seguiremos disfrutando de la libertad religiosa en Hong Kong en virtud de la Ley Básica. Instamos a la policía de Hong Kong y a las autoridades judiciales a que traten el caso del cardenal Zen conforme a la justicia, teniendo en cuenta nuestra situación humana concreta. Como cristianos, creemos firmemente que: «El Señor es mi pastor; nada me falta» (Sal.23:1).
El cardenal Zen se encuentra bajo libertad condicionada.