(ZENIT Noticias / Roma, 19.05.2022).- En el contexto del XVI Curso de Exorcismo y Oración de Liberación que ofrece anualmente el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, de los legionarios de Cristo, en Roma, se han dado a conocer nuevos datos sobre el ministerio del exorcismo en la Iglesia católica.
El estudio de Francesca Sbardella, Chiara Petrini y Giuseppe Frau apuntó a identificar aspectos técnicos y formales relacionados con el ministerio del exorcismo y está dividido en dos partes:
1) datos esenciales: número de exorcistas por diócesis, cantidad estimada de personas que se dirigen a ellos, número y naturaleza de las estructuras de soporte para el exorcista;
2) los exorcistas: datos sobre exorcistas para estimular la participación en la investigación en futuras entrevistas.
Exorcistas por diócesis
Se obtuvieron datos de seis diócesis europeas con los siguientes resultados de exorcistas por diócesis
Escocia: 3 exorcistas para 6 diócesis
Italia: 290 exorcistas para 190 diócesis
Suiza: 10 exorcistas para 7 diócesis
Inglaterra y Gales: 16 exorcistas para 18 diócesis
Irlanda: 9 exorcistas para 18 diócesis
España: 37 exorcistas para 70 diócesis
Cuatro países especialmente relevantes por los datos aportados: Estados Unidos, Costa Rica, Francia y Polonia
Estados Unidos
– Número total de diócesis contactadas: 196
– Diócesis que confirmaron la presencia de uno o más exorcistas: 10
– Diócesis sin exorcista encargado oficialmente: 2
– Diócesis que no quisieron participar: 7
– Diócesis que no contestaron la solicitud de información: 177
– Exorcistas declarados en USA: 11
Costa Rica
– Número total de diócesis contactadas: 8
– Diócesis que confirmaron la presencia de uno o más exorcistas: 1
– Diócesis sin exorcista encargado oficialmente: 7
– Diócesis que no quisieron participar: 0
– Diócesis que no contestaron la solicitud de información: 0
– Exorcistas declarados en Costa Rica: 1
Francia
– Número total de diócesis contactadas: 104
– Diócesis que confirmaron la presencia de uno o más exorcistas: 22
– Diócesis sin exorcista encargado oficialmente: 5
– Diócesis que no quisieron participar: 1
– Diócesis que no contestaron la solicitud de información: 76
– Exorcistas declarados en Francia: 32
Polonia
– Número total de diócesis contactadas: 46
– Diócesis que confirmaron la presencia de uno o más exorcistas: 6
– Diócesis sin exorcista encargado oficialmente: 1
– Diócesis que no quisieron participar: 0
– Diócesis que no contestaron la solicitud de información: 39
– Exorcistas declarados en Polonia: 22
Algunos datos que se desprenden de las entrevistas realizadas durante la investigación
1º Las entrevistas realizadas en Italia muestran un panorama heterogéneo, significativamente diferente de una diócesis a otra.
2º Condición de aislamiento de los exorcistas: se denuncia una cierta falta de apoyo o comunicación por parte de las diócesis y/o de otros sacerdotes. El aislamiento del exorcista afecta a la forma en que se apoya a los afligidos.
3º Arbitrariedad del diagnóstico/cura: la intervención de figuras especializadas en la relación de curación queda a discreción del exorcista, falta personal de apoyo diocesano estable. La naturaleza de la colaboración cambia de exorcista a exorcista.
4º Exorcismo y relación Covid-19: la imposibilidad de establecer una relación de cuidado estable ha llevado a la aparición de nuevas formas de aplicación ritual (la investigación sugiere exorcismos vía zoom, por ejemplo).
Sobre los exorcistas
En las entrevistas, todos los exorcistas se quejaron de grandes dificultades para llevar a cabo su ministerio. Sorprendentemente, las mayores dificultades percibidas no provienen del propio ministerio, sino de las condiciones materiales de su desempeño y de las relaciones creadas con el territorio. Por ejemplo:
– Dificultades logísticas y de tiempo: el exorcista recibe a un gran número de personas, no tiene tiempo de acogerlas ni de escucharlas a todas. La gestión del ministerio se ve a menudo limitada por otras obligaciones que tiene el sacerdote, como los deberes diarios de la parroquia.
– Dificultades relacionales: los sacerdotes en general sienten poca ayuda, tanto de la diócesis como de otros sacerdotes no exorcistas. Todos ellos afirmaron que reciben poco apoyo para su ministerio, hecho que afecta no sólo a su vida personal, sino también a sus posibilidades concretas de intervenir con los afligidos. Esto se pone de manifiesto en la escasez de personal de apoyo diocesano señalada en los cuestionarios cuantitativos.
– Dificultades con la comunidad: en el desarrollo de un camino de liberación, es muy frecuente la inclusión de personas afligidas en la vida comunitaria de una iglesia o parroquia. Esta coexistencia puede ser conflictiva y dar lugar a diversos problemas.
Las entrevistas revelan la falta de redes en torno al exorcista, en quien se delega el cuidado de la persona afligida, los familiares y la comunidad. Por red se entiende el conjunto de herramientas, profesionalidad y posibilidades de atención de que dispone el exorcista en una zona determinada. La única ayuda proviene de los auxiliares, que a menudo carecen de la formación adecuada para tratar ciertos tipos de fragilidad.
Conclusiones
La investigación mostró cómo es posible y fructífera una participación sin precedentes entre investigadores, exorcistas y diócesis. En general, a pesar de las numerosas dificultades de la fase cuantitativa, la fase cualitativa aportó algunas ideas interesantes.
Se observa que es necesario investigar otros aspectos considerados hasta ahora marginales dentro del exorcismo: la concepción de la enfermedad por parte del sacerdote exorcista, la calidad de la colaboración con posibles especialistas, la naturaleza de la comunidad que acompaña al afligido, las posibles necesidades relacionadas con el estatus social de las personas implicadas y, por último, los vínculos del exorcista con su territorio.
La cooperación efectiva entre los exorcistas, la comunidad y la diócesis es esencial: las entrevistas realizadas muestran cómo la falta de comunicación entre los distintos actores implicados en la relación de curación afecta negativamente al desempeño del ministerio.