Por: Enrique Villegas
(ZENIT Noticias / Managua, 19.09.2022).- La arquidiócesis de Managua emitió un comunicado para informar que por disposición de la Policía del gobierno de Daniel Ortega, no se podrá celebrar la tradicional procesión en honor a San Miguel Arcángel y a san Jerónimo. La Policía sandinista adujo que “por razones de seguridad pública no estarían permitidas las procesiones en las festividades” en la ciudad de Masaya, ciudad a unos 30 kilómetros de Managua.
Ante el hecho, desde la arquidiócesis de la capital nicaragüense se invitó a homenajear interiormente a los santos cuyas celebraciones se tienen el 29 y 30 de septiembre.
Esta nueva provocación que limita la libertad religiosa de los nicaragüenses se da a más de 40 días del cautiverio del obispo Rolando Álvarez, en paradero no del todo claro. Apenas a mitad de septiembre el Parlamento Europeo emitió una resolución que exige su liberación. Por su parte, el Papa Francisco en el vuelo de regreso de Kazajistán dijo cuando se le preguntó sobre la dictadura de Ortega:
“Sobre Nicaragua todas las noticias son claras. Hay diálogo. Se ha hablado con el gobierno, hay diálogo. Esto no significa que apruebe todo lo que hace el gobierno o que lo desapruebe todo. No. Hay diálogo y hay que resolver los problemas. Ahora mismo hay problemas. Al menos espero que regresen las religiosas de la Madre Teresa. Estas mujeres son buenas revolucionarias, ¡pero del Evangelio! No hacen la guerra a nadie. Al contrario, todos necesitamos a estas mujeres. Es un gesto que no se entiende… Pero esperemos que vuelvan. Y que pueda continuar el diálogo puede continuar. Pero jamás detener el dialogo. Hay cosas que uno no entiende. Poner un nuncio en la frontera es algo muy serio desde el punto de vista diplomático. El nuncio es un buen tipo que ahora ha sido nombrado en otro lugar. Estas cosas son difíciles de entender y también de sobrellevar. Pero en América Latina se dan situaciones así, tanto en un lado como en el otro”.