Por: Elizabeth Owens
(ZENIT Noticias / Camerún, 25.09.2022).- Tras el secuestro de 9 personas en un ataque contra la Iglesia católica en Nchang, Camerún, y la petición de dinero para liberar secuestrados, el presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún, Mons. Andrew Nkea Fuanya, arzobispo de Bamenda, dijo que no se pagaría ningún rescate. Lo anterior porque de hacerlo se crea un precedente que puede derivar en más secuestros con fines lucrativos y de extorsión.
Al comienzo los secuestradores pidieron 100 mil dólares y posteriormente redujeron el rescate a la mitad. Mons. Nkea refirió a FIDES que los secuestradores, quienes también incendiaron la iglesia local, declararon haberlo hecho debido a que, según ellos, la iglesia no apoya su lucha.
Las 9 personas secuestradas son una monja (la hermana Jacinta), tres laicos (la señora Kelechujwu, el señor Nkem Patrick y el joven Blanch Cright) y cinco sacerdotes (los padres Emmanuel, Bernabé, Cornelio, Elías y Job-Francis).
Por cuanto refiere el portavoz de los obispos de Camerún, aunque en el pasado ha habido secuestros, estos han sido algo excepcional. De ahí que este caso de 9 secuestrados y la petición de rescate sea algo sin precedentes.
Por cuanto refiere la agencia FIDES, “La población anglófona es mayoritaria en el noroeste y suroeste de Camerún, en un país predominantemente francófonos. Al sentirse discriminados por las instituciones, sobre todo en las escuelas y los tribunales, el resentimiento hacia el Estado camerunés ha crecido a lo largo de los años en la población de esas zonas. Las protestas, inicialmente pacíficas, se convirtieron en una lucha armada y, en 2017, en la declaración de un Estado independiente, la «República Federal de Ambazonia», que no es reconocida por la comunidad internacional”. Esta es la lucha que, según los rebeldes, no apoya la Iglesia. Razón por la cual, además del secuestro, han incendiado una iglesia.