Cuerpo Diplomático de la Santa Sede. Foto: Vatican Media

El Papa Francisco critica la agenda sexual occidental en la ONU

Pidió a los gobiernos que protejan «los derechos de los más débiles y combatan la cultura del descarte que afecta a los enfermos, los discapacitados y los ancianos».

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Por: Stefano Gennarini

 

(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Roma, 16.01.2023).- En su discurso anual a los diplomáticos extranjeros en la Santa Sede, el Papa Francisco criticó a los países occidentales y a la ONU por promover la ideología de género y el aborto.

Dijo a los embajadores que la educación «exige mostrar un respeto integral por la persona, y por su fisonomía natural, y evitar la imposición de una visión novedosa y confusa del ser humano.» Esta era una referencia obvia a la ideología de género tal y como se enseña actualmente en las escuelas occidentales, donde se enseña a los niños que el sexo no es inherente sino asignado al nacer y que los niños pueden nacer en el cuerpo equivocado.

El discurso del Papa Francisco hizo referencia a lo que llamó «la actual tercera guerra mundial librada a pedazos» señalando varios conflictos armados en todo el mundo, pero también incluyó notas altas contra la ideología de género y el aborto.

«La paz requiere ante todo la defensa de la vida, un bien que hoy se ve amenazado no sólo por los conflictos, el hambre y la enfermedad, sino con demasiada frecuencia incluso en el seno materno, a través de la promoción de un supuesto derecho al aborto», dijo, haciéndose eco del famoso discurso de aceptación del Premio Nobel de 1979 de la Madre Teresa de Calcuta.

El Papa subrayó que nadie «puede reclamar derechos sobre la vida de otro ser humano, especialmente de uno que es impotente y, por tanto, completamente indefenso» y pidió a los gobiernos que protejan «los derechos de los más débiles y combatan la cultura del descarte que también, trágicamente, afecta a los enfermos, los discapacitados y los ancianos.»

Al abordar la cooperación internacional, el Papa Francisco lamentó cómo «en los últimos tiempos, en los diversos foros internacionales se ha asistido a un aumento de la polarización y a intentos de imponer un pensamiento único.» La Santa Sede lleva mucho tiempo criticando la agenda de la izquierda sexual en la ONU.

Dijo que esta tendencia está peligrosamente cerca de convertirse en un «totalitarismo ideológico que promueve la intolerancia hacia aquellos que disienten de ciertas posiciones que pretenden representar el progreso.» Algunos expertos en derechos humanos de la ONU han pedido que se castigue a quienes critican el aborto y la ideología de género.

El Papa Francisco se quejó de cómo «se han gastado cada vez más recursos en imponer formas de colonización ideológica, especialmente en los países más pobres, y en conectar directamente la provisión de ayuda económica con la aceptación de tales ideologías.»

Pidió una reforma del sistema de Naciones Unidas para que sea «verdaderamente representativo de las necesidades y sensibilidades de todos los pueblos, y evitar procedimientos que den mayor peso a unos, en detrimento de otros.» La agenda de la izquierda sexual en la ONU procede generalmente de los países ricos del Norte y de la burocracia de la ONU.

El Papa Francisco pidió el fin de la persecución contra los cristianos y dijo que la libertad religiosa «no puede reducirse simplemente a la libertad de culto.» Dijo que cada persona debe poder «actuar de acuerdo con su propia conciencia, también en la esfera pública y en el ejercicio de su profesión.»

Dijo que era un error «culpar a la religión de los diversos conflictos dentro de nuestra familia humana» y que «el cristianismo es una fuerza para la paz, ya que fomenta la conversión y el ejercicio de la virtud.»

El Papa Francisco lamentó el nefasto panorama demográfico que se perfila en todo el mundo a causa de la baja fecundidad y la huida del matrimonio.

«Trágicamente, asistimos cada vez más al surgimiento de un «miedo» a la vida, que se traduce en muchos lugares en un miedo al futuro y en una dificultad para crear familias y traer hijos al mundo», remarcó el pontífice.

Subrayó que en Italia la caída de la natalidad «pone en peligro el futuro de la sociedad» e instó a los italianos a sacar «fuerza de sus raíces religiosas y culturales.»

Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT

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Redacción Zenit

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