(ZENIT Noticias / Roma, 11.07.2023).- Organizaciones cristianas de todo el mundo han condenado la profanación del Corán por un refugiado iraquí autodenominado ateo en Suecia. Como en incidentes anteriores, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) expresa su preocupación por el hecho de que la ofensa contra los musulmanes en un país europeo tenga graves repercusiones para las comunidades cristianas en países de mayoría musulmana.
En una entrevista con AIN, Mons. Yousaf Sohan, Obispo de la diócesis pakistaní de Multan y presidente de la Comisión Católica para el Diálogo Interreligioso y el Ecumenismo, explicó que el gobierno ha pedido que las iglesias y los edificios eclesiásticos, incluidas las escuelas, aumenten las medidas de seguridad para su protección. «El país está dividido en zonas, según los niveles de seguridad. La diócesis de Multan está en la zona roja. Tenemos varios edificios eclesiásticos que actualmente están cerrados porque no cumplen los requisitos de seguridad del gobierno en esta situación», explicó. Por ahora, añadió el prelado, no ha habido más que críticas verbales y amenazas en las redes sociales, pero la Iglesia lamenta que el acto irrespetuoso de un hombre que vive en la seguridad de Suecia pueda tener un efecto tan negativo sobre los cristianos en un país donde la profanación del Corán puede llevar a la cadena perpetua. «Rezamos por la paz. Estos incidentes no deberían ocurrir, porque causan gran malestar entre nuestra gente. Deberíamos respetar los derechos y la humanidad de los demás, independientemente de la religión respectiva. Como país que ya es muy pobre, con una situación difícil para los cristianos, estos incidentes suponen mayores riesgos para la seguridad».
El aumento de las necesidades de seguridad representa un nuevo reto para una Iglesia que ya se enfrenta a dificultades financieras, puesto que la mayoría de los cristianos de Pakistán son muy pobres. AIN está intentando activamente encontrar soluciones para ayudar a la Iglesia local a superar esta dificultad. La Iglesia católica de Pakistán intervino públicamente sobre el incidente, a través de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (NCJP), «condenando enérgicamente» el incidente de Estocolmo. La NCJP calificó el incidente de «descarada provocación irrespetuosa y acto de racismo e intolerancia». Al tiempo que expresa su solidaridad con sus hermanos y hermanas musulmanes, pide al gobierno sueco que tome medidas concretas para garantizar que el respeto a todas las religiones prevalezca en la sociedad.
AIN financió 105 proyectos en Pakistán en 2022, incluyendo la construcción y renovación de instalaciones eclesiásticas, la formación en la fe de los laicos y el transporte para la atención pastoral. La fundación también aumentó su apoyo a proyectos de diálogo interreligioso.