Por: Amy Balog
(ZENIT Noticias / Donetsk, 13.07.2023).- Un Obispo ucraniano ha recorrido más de 50.000 km en siete meses para ofrecer atención pastoral y otros tipos de ayuda a los cristianos en el frente.
Mons. Maksym Ryabukha, Obispo auxiliar de Donetsk, explicó a la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) los enormes retos que supone ejercer el ministerio en una zona de guerra.
El Obispo salesiano dijo que, desde su ordenación episcopal el pasado diciembre, un coche proporcionado por AIN le ha permitido visitar a las personas que le han sido confiadas y ofrecerles la tan necesaria «ayuda material y fuerza espiritual».
Una gran parte del Exarcado Arzobispal greco-católico ucraniano de Donetsk es inaccesible a causa de las fuerzas de ocupación y sufre frecuentes bombardeos.
El Obispo Ryabukha dijo que el clero se vio obligado a abandonar los territorios invadidos al estallar la guerra y «hoy no queda allí ni un solo sacerdote del Exarcado».
Añadió que, gracias a que AIN proporciona estipendios para misas a los sacerdotes del Exarcado, los católicos de la zona pueden participar en la misa a través de retransmisiones en directo por las redes sociales.
El Obispo explicó que el apoyo ofrecido por AIN ha significado que «la Iglesia en Ucrania se está convirtiendo en un lugar de encuentro para personas de más de una nación. Esto pone de relieve la esencia de estar juntos: la amistad no significa la misma forma de pensar o de ver las cosas, sino que ser amigo es vivir juntos, permitiendo que la otra persona sea ella misma, con su propia cultura, historia y creencias».
El Obispo afirmó que la Iglesia apoya a las comunidades que sufren creando «centros sociales para niños, familias y ancianos, donde personas de distintas confesiones [pueden reunirse]. En tiempos de guerra, no se piensa en qué forma se cree que está Dios; es un momento para rezar juntos y estar juntos en comunión».
Dijo que antes de ser Obispo había dedicado su ministerio a educar a los jóvenes y que quería que otros siguieran su ejemplo de resiliencia.
El Obispo explicó: «Los jóvenes no dejan de soñar y no ceden al cansancio, y esto es una inspiración para nosotros».
Desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022, AIN ha apoyado a las Iglesias católicas de Ucrania con 353 proyectos por un total de más de 8,5 millones de libras (10 millones de euros).