La misa se tuvo en el interior de la basílica de san Pedro Foto: Vatican Media

Francisco explica sentido del “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?” de Virgen de Guadalupe

Homilía del Papa en ocasión de la solemnidad de la Virgen de Guadalupe

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 12.12.2023).- Por la tarde del martes 12 de diciembre, el Papa Francisco concelebró la Santa Misa en ocasión de la fiesta mariana de la Virgen de Guadalupe, patrona de América y Filipinas. La Misa se tuvo en el interior de la basílica de san Pedro. La tradición de esta misa en el Vaticano fue iniciada por Benedicto XVI. Ofrecemos a continuación la breve homilía que el Papa ofreció y en la que explicó el sentido de las palabras de la Virgen a san Juan Diego.

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Lo primero que nos viene a la mente es la imagen de la Virgen impresa en la tilma.

Es la imagen de la primera discípula, de la madre de los creyentes, de la misma Iglesia, que queda impresa en la humildad de aquello que somos y tenemos, que no vale mucho, pero que será algo grande a los ojos de Dios. Queda impresa en la tilma.

 

 

La Virgen pide a Juan Diego un pequeño trabajo, recoger unas flores. Las flores, en la mística, significan las virtudes que el Señor infunde en el corazón, no son obra nuestra. El acto de recogerlas nos revela que Dios quiere que acojamos ese don, que perfumemos nuestra débil realidad con obras de bien, eliminando odios, temores.

Si se fijan, en el mensaje de Guadalupe, las palabras de la Virgen: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?”, cobran un nuevo sentido. Ese “estar” de la Virgen, ese “estar” es quedarse permanentemente impresa en esas pobres ropas, perfumadas por unas virtudes recogidas en un mundo que parece incapaz de producirlas. Virtudes que llenan nuestra pobreza en la sencillez de pequeños gestos de amor, que van iluminando nuestra tilma, sin que nos demos cuenta, con la imagen de una Iglesia que lleva a Cristo en su seno.

 

 

La imagen, la tilma, las rosas, este es el mensaje. Así de sencillo, sin glosa. Junto a la seguridad de que Ella es mi madre, que está aquí. Y este mensaje nos defiende de tantas ideologías sociales y políticas con la que con tanta frecuencia se usa esta realidad guadalupana para fundamentarse, justificarse, y ganar dinero. El mensaje guadalupano no tolera ideologías de ningún género. Sólo la imagen, la tilma, las rosas.

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Redacción Zenit

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