Las cifras publicadas muestran que la clínica tuvo 12 niños de tres años remitidos entre 2010 y 2020 Foto: Blogs El Espectador

Un nuevo escándalo de Reino Unido: clínica “cambia el sexo” de los niños de 3 y 4 años

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El periódico británico Daily Mail revela que niños de tan sólo tres años han sido remitidos a la clínica Tavistock para cambiar de sexo. Que aún no ha cerrado. El gobierno se detiene. Las cifras publicadas muestran que la clínica tuvo 12 niños de tres años remitidos entre 2010 y 2020, así como 61 niños de cuatro años, 140 niños de cinco años y 169 niños de seis años. El número de jóvenes remitidos al GIDS, año tras año, muestra lo rápido que se está extendiendo el concepto, con 136 remisiones en 2010-11 a 3.585 una década más tarde, lo que supone un total de unos 19.000 niños de todas las edades en 25 años de atención.

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Luca Volonte

(ZENIT Noticias – La Bussola Quotidiana / Londres, 29.12.2023).- El Daily Mail del 27 de diciembre reveló que más de 70 niños de tan sólo tres o cuatro años han sido remitidos a la clínica para transexuales Tavistock del NHS (Servicio Nacional de Salud) inglés.

Las cifras oficiales indican que decenas de niños, que aún no están en edad escolar, han sido derivados al Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS) durante la última década, en una especie de trágico y horrible experimento infantil masivo. La ex ministra de Sanidad Jackie Doyle-Price criticó los continuos aplazamientos del cierre definitivo, ya establecido, afirmando que la clínica «nunca debería haber visitado a niños de tres años» y recordando que la política y el gobierno deben enviar un mensaje claro: «Dejemos que los niños sean niños. Dejémosles jugar y usar su imaginación. No deberíamos medicalizar algo que sólo tiene que ver con crecer», declaró al Daily Mail.

Actualmente no hay límite de edad para acudir a la clínica GIDS, gestionada por el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust, en el norte de Londres. Sin embargo, el NHS está estudiando la posibilidad de introducir una edad mínima de siete años para las derivaciones, con el fin de proteger a los niños más pequeños que puedan no ser capaces de expresarse adecuadamente a los médicos. Las cifras publicadas muestran que la clínica tuvo 12 niños de tres años remitidos entre 2010 y 2020, así como 61 niños de cuatro años, 140 niños de cinco años y 169 niños de seis años. El número de jóvenes remitidos al GIDS, año tras año, muestra lo rápido que se está extendiendo el concepto, con 136 remisiones en 2010-11 a 3.585 una década más tarde, lo que supone un total de unos 19.000 niños de todas las edades en 25 años de atención.

Stephanie Davies-Arai, del grupo Transgender Trend, una organización de padres, profesionales y académicos británicos preocupados por la actual tendencia a diagnosticar a los niños como transexuales, preocupados por una legislación que antepone los derechos de los transexuales al derecho de las niñas a la seguridad, declaró al «Mail» que «algunos padres están preocupados porque su hijo no conforme con el género puede haber ‘nacido en el cuerpo equivocado’ y necesita ayuda profesional». El cierre de la única clínica de género para niños del NHS en Inglaterra y Gales se ha pospuesto hasta marzo de 2024, aproximadamente un año más tarde de lo previsto inicialmente.

El Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género, con sede en el Tavistock and Portman NHS Foundation Trust de Londres, será sustituido por dos centros regionales. La clínica de Tavistock había sido calificada de «inadecuada» por los inspectores que la visitaron a finales de 2020, después de que el programa Newsnight de la BBC denunciara preocupaciones y abusos denunciados por muchos. En julio del año pasado, NHS England anunció que GIDS cerraría en la primavera de 2023, tras un informe provisional de la doctora Hilary Cass que describía el actual servicio único como «insostenible». La Asociación de Psicólogos Clínicos del Reino Unido (ACP-UK), había declarado que el cierre de la clínica era necesario debido a «fallos sistémicos», incluyendo un «enfoque predominantemente afirmativo, en lugar de exploratorio».

Al parecer, más de mil familias han emprendido acciones legales contra la clínica, sobre todo a raíz del extraordinario y dramático caso de Keira Bell, por diagnosticar erróneamente a sus hijos y causar, en muchos casos, enormes daños, incluida la extirpación de partes del cuerpo a adolescentes. Este último escándalo sigue a la escasa alarma de la propia Tavistock, que a finales de noviembre tuvo que admitir cómo el número de niños a los que se prescribían bloqueadores de la pubertad se había duplicado desde el pasado 2022, a pesar de que el NHS se había comprometido a reducir el tratamiento a 83 niños. Sin embargo, el Gobierno de Sunak se está tomando el asunto muy en serio con una serie de iniciativas.

La primera es la consulta pública sobre las nuevas directrices para las clínicas de transexuales. Los niños sólo serán derivados a las clínicas transexuales si sus padres y un especialista están de acuerdo, mientras que hasta ahora los profesores, los trabajadores sociales y los médicos de familia podían enviar a los niños al Tavistock sin tener que obtener el consentimiento paterno. Por otra parte, la ministra de Igualdad y Mujer, Kemi Badenoch, está al frente de la batalla contra la epidemia de transexualidad en las escuelas y sociedades británicas.

Badenoch, en una carta abierta publicada en el Daily Mail el 19 de diciembre, reiteró que a los niños británicos «se les ha hecho creer que pueden nacer en el cuerpo equivocado y que tenemos una ‘identidad de género’ abstracta separada de nuestro sexo biológico». Se trata de una ideología controvertida y confusa… [pero] se ha extendido a nuestras escuelas, causando preocupación entre padres y profesores bienintencionados que quieren hacer lo correcto con los niños que se les confían… La postura del Gobierno al respecto es clara. En primer lugar, creemos en la dignidad, el respeto y la libertad individual… En segundo lugar, enseñar a los niños que pueden nacer en el cuerpo «equivocado» es perjudicial… el sexo legal de los niños es siempre el mismo que su sexo biológico… En tercer lugar, el sexo biológico es real y debe ser protegido. Las escuelas y universidades tienen obligaciones legales y reglamentarias específicas que dependen del sexo biológico del niño». Un paso decisivo para conciliar la realidad, la naturaleza y los derechos de padres e hijos que la nueva guía para profesores del Ministerio de Educación deja claro, aunque podría mejorarse.

 

Traducción del original en lengua italiana realizada por el director editorial de ZENIT.

 

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Redacción Zenit

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