(ZENIT Noticias / Manila, 10.01.2024).- En el marco del 409º aniversario de la llegada del bienaventurado Justus Takayama Ukon a Manila, el cardenal Thomas Aquinas Manyo Maeda, arzobispo de Osaka, presidió una misa el 21 de diciembre de 2023. Durante esa celebración, que formó parte de un peregrinaje, el cardenal expresó la esperanza de que la causa de canonización del «samurái del Cristo» se complete pronto. Takayama Ukon, un laico, político y militar, fue beatificado en 2017 por renunciar a la nobleza y a la riqueza para seguir a Cristo.
La peregrinación del arzobispo de Osaka en Filipinas, con 30 católicos japoneses, incluyó la inauguración de una estatua en su honor y la presentación de pinturas que representan su vida en Manila.
Nacido en 1552, Ukon se convirtió al cristianismo a los 12 años y desafió la persecución cristiana en el Japón del siglo XVI. Aunque perdió todo por su fe, continuó siendo un defensor de los cristianos y murió en el exilio en Manila en 1615. Su beatificación en 2017 marcó el reconocimiento de su sacrificio y dedicación a la fe.
La Iglesia católica en Japón y Filipinas impulsa la canonización de Takayama Ukon, esperando la aprobación del Vaticano. Su figura única entre los beatos japoneses destaca su papel crucial en la expansión del cristianismo en el país, su resistencia ante la persecución y su influencia espiritual, también vinculada a la ceremonia del té.
El viaje de los peregrinos japoneses a Filipinas subraya la importancia de preservar la memoria y la devoción a figuras como Takayama Ukon, cuya vida sigue inspirando a fieles en todo el mundo. La posible canonización sería un hito significativo, marcando a Ukon como el primer samurái japonés declarado santo. La Iglesia espera ansiosa los resultados de las investigaciones sobre los milagros atribuidos a su intercesión, con la esperanza de que este «samurái del Cristo» pronto se convierta en un santo reconocido oficialmente por la Iglesia católica.
