(ZENIT Noticias / Roma, 26.03.2024).- Es Semana Santa 2024. Las calles de Roma están llenas de peregrinos y turistas. Unos y otros deben aprovechan el periodo de descanso que todavía suele asociarse a los días santos previos a la Pascua. Miles de personas que llegan cada día a Roma deben hacer la larga fila que, atravesando por la Plaza de San Pedro y haciendo el doble o triple de tiempo, les conducirá al interior de la Basílica Vaticana.
Tanto en la Plaza de San Pedro como al interior de la Basílica se advierte que se prepara todo para el Jueves, Viernes y Sábado Santos. Y para el Domingo de Pascua. Muchos han escuchado que el Papa no está bien de salud y se preguntan si presidirá las celebraciones de los días santos.
En efecto, el Papa Francisco cumplió ya un mes de enfermo. Un mes en que hemos dejado de escuchar la voz del Papa por “un resfriado” del que no se recupera y que le ha impedido pronunciar él mismo los discursos y también las homilías a lo largo de todos esos 30 días. Salvos los ángelus de los domingos, sólo le hemos escuchado unas pocas palabras, pero, eso sí, muchos gestos.
Tal vez para posibilitar que el Papa siga reflejando con esos gestos una personalidad vigorosa, la semana del 18 al 24 de marzo fue una semana con poca actividad del Papa y en consecuencia con pocas noticias relacionadas con él. Quizá el gesto más destacado fue la decisión que tomó sobre una de las cuatro basílicas papales de Roma y la más importante entre las mariana del mundo por ser históricamente la primera dedicada a la Virgen María.
El contexto es el siguiente: en diciembre de 2021 designó al obispo Rolandas Makrickas como comisario para organizar la vida del Cabildo y la basílica de santa María la mayor. El 20 de marzo de 2024, comunicó nuevas medidas: 1) liberar a los canónigos de obligaciones económicas y administrativas para dedicarse plenamente al acompañamiento espiritual de los peregrinos, 2) promulgó nuevos Estatutos y Reglamento del Cabildo, y 3) nombró a Makrickas como arcipreste coadjutor con plenas facultades de gobierno. Este último movimiento ha sido, en la práctica, un acto ¿de desconfianza? hacia el actual arcipreste de la basílica, el cardenal polaco Stanisław Ryłko. Ryłko llegó a Roma de la mano de san Juan Pablo II y Benedicto XVI lo hizo cardenal. Papa Francisco lo quitó del Pontificio Consejo para los Laicos en 2016 y le puso en la basílica de santa María la mayor desde entonces.
Sobre el mismo tema de la basílica mariana de Roma, en una audiencia del 19 de marzo de 2024, el Papa decidió que los Canónigos y Coadjutores del Cabildo de Santa María la Mayor, que cumplan ochenta años, pasen a ser Canónigos honorarios y Coadjutores honorarios. Estos conservarán ciertos beneficios mientras su salud lo permita, como apartamentos y vestimentas. También podrán continuar su labor pastoral en la Basílica, recibir asignaciones y ser enterrados en el Cementerio de los Canónigos, quedando exentos de obligaciones hacia el Cabildo y sin participar en las Sesiones Capitulares.
Otra noticia relacionada indirectamente con el Papa fue el esperado encuentro entre los líderes del episcopado alemán (promotores del heterodoxo camino sinodal alemán) y 5 representantes del Papa en el Vaticano.
En efecto, 5 cardenales de la Curia Romana (en representación del Papa) y la cúpula de la Conferencia Episcopal Alemana se reunieron en el Vaticano el 22 de marzo para dar continuidad al diálogo iniciado durante la visita ad limina de los obispos alemanes en noviembre de 2022. Esta reunión, que duró todo el día, transcurrió en un ambiente positivo y constructivo, según un comunicado firmado por ambas partes. Se discutieron cuestiones teológicas abiertas planteadas en los documentos del Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania, identificando diferencias y convergencias siguiendo el método del Informe Final de Síntesis del Sínodo de la Iglesia Universal de octubre de 2023. Se acordó un intercambio regular entre ambas partes sobre el trabajo ulterior del Camino Sinodal y del Comité Sinodal, con el objetivo de identificar formas concretas de ejercer la Sinodalidad en la Iglesia en Alemania, conforme a la eclesiología del Concilio Vaticano II y las disposiciones del Derecho Canónico, para luego someterlas a la aprobación de la Santa Sede. Finalmente, se programó una próxima reunión antes del verano de 2024.
Una última noticia “relevante” es la que anunció la universidad eclesiástica más antigua de Roma: la Gregoriana. Se trata de una decisión “tomada” por el Papa y que supone la fusión de tres instituciones de nivel superior bajo una sola.
El 15 de marzo de 2024, el Padre Mark Lewis S.J., Rector de la Pontificia Universidad Gregoriana, recibió de parte del P. Arturo Sosa S.J., Superior General de la Compañía de Jesús y Vice Gran Canciller de la Pontificia Universidad Gregoriana, el decreto de entrada en vigor de los nuevos Estatutos Generales de la Universidad, los cuales integran al Pontificio Instituto Bíblico y al Pontificio Instituto Oriental.
Los Estatutos entrarán en vigor el 19 de mayo de 2024, día de Pentecostés. Las tres instituciones, fundadas por la Compañía de Jesús y encomendadas por el Papa, son la Gregoriana, el Instituto Bíblico y el Instituto Oriental. Los nuevos Estatutos, resultado del Quirógrafo del 17 de diciembre de 2019 del Papa Francisco, unen estrechamente las tres entidades, manteniendo sus nombres y misiones específicas. El Papa expresó su deseo de mejorar las misiones de los institutos en el contexto actual. Además, delegó al Superior General de los Jesuitas la preparación de los nuevos Estatutos, los cuales fueron ratificados por el Dicasterio para la Cultura y la Educación el 11 de febrero de 2024. A partir del 19 de mayo de 2024, un único Rector gobernará la nueva entidad, asistido por un Consejo que incluye a los tres Presidentes de las instituciones fusionadas, el Director Administrativo y un sexto miembro designado por el Vice Gran Canciller. Los nuevos líderes asumirán sus funciones por un período de tres años.
Hay quien ha dicho que, en el proceso de reforma de las universidades eclesiásticas romanas pedido por el Papa, ésta fue una jugada maestra: la Gregoriana “se adelanta” para obligar a otras universidades a tomar medidas bajo el pretexto de que ella, que cuenta con el favor del Vaticano, ya dio un paso adelante.
Terminamos esta crónica anunciando que la semana que viene no publicaremos, así que nos leemos hasta la segunda semana de abril.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.