(ZENIT – 22 febrero 2019).- En el segundo día del encuentro sin precedentes sobre ‘La Protección de los Menores en la Iglesia’, del 21 al 24 de febrero de 2019, convocado por el Papa Francisco para abordar y combatir la crisis de los abusos sexuales durante décadas en la Iglesia, la rendición de cuentas ha estado a la vanguardia.
Como se esperaba, unos 190 participantes, en su mayoría presidentes de las conferencias nacionales de obispos, debatieron durante la primera jornada sobre el tema de la «responsabilidad», hoy y mañana el tema de la «transparencia».
Sin embargo, mientras el día parecía haber concluido con las palabras de los participantes, uno de esos participantes, el Papa Francisco, hizo breves e inesperados comentarios importantes sobre el significado de las mujeres tras el discurso de la laica y abogada canónica que consulta a la Congregación para la Doctrina De la Fe, Dra. Linda Ghisoni. También se desempeña como subsecretaria del Dicasterio del Vaticano para Laicos, Familia y Vida.
Una mujer es la «Iglesia»
El Papa subrayó que una mujer no habla a la Iglesia, sino que «es» la Iglesia. El Santo Padre sugirió que hacer que las mujeres participen y hablen no se trata de tener cuidado de mantener a las mujeres involucradas en la Iglesia. También señaló que si bien las mujeres aumentan su participaciónes en la Iglesia es algo bueno, él no estaba hablando sobre eso.
Esencialmente, su punto era: «es el genio femenino que se refleja en la Iglesia, que es mujer». Los miembros de la Iglesia nacen de la Iglesia, es decir, la madre. Cuando las mujeres hablan, hablan como si la Iglesia misma hablara como una madre.
Este segundo día completo del enuentro comenzó esta mañana con la oración de la mañana. Los dos cardenales que formaban parte del comité organizador del evento, el Cardenal Blase Cupich de Chicago y el Cardenal Oswald Gracias de Mumbai, India, hablaron y sugirieron que cuando haya una conducta cuestionable de los obispos, los mismos obispos deberían vigilarse mutuamente.
Esta tarde, la Dra. Linda Ghisoni habló, marcando la primera de las tres mujeres que intervinieron. En estos días, hay nueve oradores en total, dos que dan homilías y dos discursos del Papa, uno de los cuales fue una breve introducción ayer por la mañana, donde pidió «acciones concretas» y «purificación» mientras distribuía una lista de 21 pasos de acción, que están lejos de ser considerados finales, pero proporcionan un punto de partida concreto, y su discurso de clausura el domingo después de la misa, considerado el momento más esperado del encuentro.
Seguimiento de las propuestas
El lunes, los miembros del comité organizador se reunirán con dicasterios del Vaticano donde comenzarán a ver cómo avanzar y poner en acción algunos de los resultados de este encuentro de tres días y medio.
En el discurso de Cardenal Cupich el día de hoy, el prelado subrayó que acompañar las víctimas significa «rechazar categóricamente todo encubrimiento» y rechazar no acercarse a los sobrevivientes de abuso sexual clerical, por temor a acciones legales o por escándalo.
También proporcionó 12 “pasos procesales concretos” para responsabilizar a los obispos por el maltrato o mal manejo de los casos de abuso.
Cardenal Gracias: Colegialidad
Cardenal Gracias pidió a sus compañeros obispos que consideren lo siguiente: «¿Realmente entablamos una conversación abierta y señalamos honestamente a nuestros hermanos obispos cuando notamos una conducta problemática en ellos?».
Le dijo a los obispos que la era de los obispos que piensan que «este no es mi problema» debe terminar porque, por medio la colegialidad, el problema afecta a todos. «Nadie puede pensar ‘este no es mi problema'», dijo. También admitió que «el encubrimiento puede ser peor que el abuso en sí mismo, re-victimizando a aquellos que ya han sufrido abuso».
Linda Ghisoni exhortó a la Iglesia a reexaminar, en casos de abuso, «el secreto pontificio». Si bien reconoce que el buen nombre de los involucrados debería ser protegido, a menudo, observó, el secreto parece «esconder los problemas en lugar de protegerlos».
También señaló que si los obispos piensan que están trabajando para la Iglesia, pero actúan solos, sin laicos, no lo están haciendo. Sin embargo, advirtió, la participación de los laicos no significa soluciones mágicas.
O’Malley, jefe de la Comisión de Protección de Menores
Durante la conferencia de prensa de hoy, que precedió al discurso de la Dr. Ghisoni, el Cardenal Sean O’Malley, Arzobispo de Boston y jefe de la Comisión de Protección de Menores del Vaticano, dio sus impresiones sobre el encuentro.
«En mi forma de pensar», dijo, «no hay nada más urgente que hacer para la Iglesia que se unirse para encontrar una manera de abordar cuál es el punto más importante de nuestra misión en este punto en nuestros tiempos: la protección de los niños”.
A lo largo de esta conferencia, se observó que este encuentro no pretende crear directrices que no existen, sino revisar lo que ya existe y asegurarse de que todas las conferencias de obispos de todo el mundo, sin excepción, implementen las directrices necesarias y estén en la misma pagina.
Como una Madre amorosa
Por ejemplo, una de las áreas más importantes donde los observadores dicen que se debe trabajar es castigar a los obispos negligentes, aquellos que se han cubierto. Sin embargo, existe una guía dentro del motu proprio del Papa Francisco Come una Madre amorevole, (Como una Madre amorosa) sobre los obispos negligentes.
Aún que existe, es ampliamente conocido que el documento no ha sido implementado. El Cardenal O’Malley mencionó una reforma en curso: «La Santa Sede está proporcionando una aclaración sobre la aplicación de Como una Madre amorosa«, señalando que esto debería darse a conocer pronto.
Involucrar a los laicos
Todos los que hablaron hoy hicieron hincapié en la necesidad de involucrar a los laicos y la propuesta de Cardenal Cupich también mencionó que cuando se necesita la asistencia para las víctimas como resultado de la mala conducta del obispo, que la diócesis del obispo debe financiar los servicios que la víctima necesita.
Esta mañana, el Papa Francisco distribuyó a los participantes del encuentro, el informe de la ONU de la oficina de Marta Santos Pais, Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre «Violencia Contra los Niños», una entidad con la que colabora la Santa Sede. El informe presentó estadísticas y detalles sobre los propios esfuerzos de protección de menores de la oficina de la ONU.
Durante el encuentro, un periodista preguntó sobre el progreso de las investigaciones internas en los Estados Unidos y en el Vaticano sobre cómo Theodore McCarrick pudo llegar al poder. Se señaló que la Santa Sede, en un futuro no muy lejano, debería publicar los resultados.
Traducción de Richard Maher