ESTRASBURGO, 19 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Los obispos europeos han manifestado públicamente su «consternación» ante la decisión del Parlamento Europeo, adoptada este miércoles, de ofrecer su apoyo a la investigación destructiva con embriones humanos.
«Estamos profundamente preocupados por la propuesta del Parlamento Europeo de permitir a la Unión Europea (UE) financiar investigaciones que implican la destrucción de embriones humanos», afirmó en un comunicado de prensa distribuido tras la votación monseñor Noel Treanor, secretario de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE).
«Estas investigaciones plantean problemas morales fundamentales –añadió –. Por esta razón varios Estados miembros de la UE no la permiten bajo sus propias legislaciones y se oponen a financiarla con el presupuesto común de la EU».
Exponentes de gobiernos de Italia, Alemania, Austria, Portugal, Irlanda o Luxemburgo se han opuesto en diferentes ocasiones en los últimos meses a la propuesta aprobada por el Europarlamento en diferentes contextos nacionales o internacionales.
El parlamento aprobó por 298 votos a favor, 214 en contra y 21 abstenciones un informe que recomienda destinar fondos para experimentar con células de embriones humanos sobrantes de procesos de fertilización.
La iniciativa sugiere que parte de los 20.000 millones de euros del presupuesto de investigación de la UE para el periodo 2003-2006 fueran destinados a este fin.
«Esto acarrearía la preocupante posibilidad de suscitar incentivos indirectos para la creación de embriones humanos para obtener de ellos células estaminales embrionarias humas para la investigación financiada por la Unión», sigue diciendo el comunicado.
«Consideramos que toda vida human comienza desde su concepción y que no debe ser violada independientemente de los eventuales beneficios que ello comporte. Nos oponemos, por tanto, por principio a la destrucción de embriones humanos con el objetivo de obtener células estaminales embrionarias», añade monseñor Treanor en nombre de los obispos.
«Pedimos al Consejo de Ministros que no apruebe la utilización de fondos europeos para la investigación que implique la destrucción de embriones humanos –exhorta el prelado–. Conviene subrayar que el parecer del Parlamento, adoptado como medida de consulta, no es vinculante para el Consejo».
«Renovamos al mismo tiempo nuestro apoyo a la investigación científica, en general, y más en concreto a la investigación con células estaminales adultas», concluye el comunicado.
El Consejo de Ministros de la Unión Europea debería tomar una decisión final sobre las orientaciones éticas sobre la investigación durante una reunión que debería celebrarse el 27 de noviembre en Bruselas.
