La «Obra Romana de Peregrinaciones» lleva solidaridad a la población de Tierra Santa

En una nueva peregrinación presidida por el cardenal Pio Laghi

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ROMA, 25 noviembre 2003 (ZENIT.org).- De acuerdo con su compromiso de promover el diálogo, la reconciliación, la solidaridad y la paz «implicando también a instituciones públicas», la «Obra Romana de Peregrinaciones» (ORP) ha «enviado» esta semana otros dos grupos de peregrinos a Tierra Santa.

Uno lo forman 30 sacerdotes de la diócesis de Roma y del Lazio; el otro, 20 representantes de la provincia de Roma, del Ayuntamiento y de la sociedad que gestiona el transporte público en la capital italiana (TRAMBUS).

El cardenal Pio Laghi, prefecto emérito de la Congregación para la Educación Católica, y monseñor Liberio Andreatta, administrador delegado de la ORP, encabezan esta peregrinación, según confirma un comunicado de dicha organización –una institución del Vicariato de Roma encargada de potenciar peregrinaciones especialmente a santuarios y a Tierra Santa–.

Con este viaje «prosigue el programa de peregrinaciones hacia Tierra Santa». «La situación para los peregrinos es completamente serena», afirman los organizadores.

Este martes y el próximo miércoles, los peregrinos tendrán encuentros con las comunidades civiles y religiosas israelíes y palestinas en Jerusalén y Belén, con el nuncio apostólico –monseñor Pietro Sambi–, con el custodio de Tierra Santa –el padre Giovanni Battistelli— y con autoridades de la Iglesia local y civiles.

Además visitarán los hospitales pediátricos –donde se recuperan niños israelíes y palestinos víctimas del terrorismo— de Hadassa, en Jerusalén, y «Baby Hospital», Sagrada Familia y «Effeta» en Belén.

El objetivo principal de estas iniciativas es «llevar solidaridad a las dos poblaciones que sufren y ayuda económica para las necesidades más urgentes, especialmente de las personas más indefensas y con más carencias».

Con estas peregrinaciones, la ORP –se lee en el comunicado– «quiere una vez más afirmar con fuerza el convencimiento de que la violencia no puede llevar a la paz (…). Es necesario, por lo tanto, trabajar para derribar los muros del odio, de las divisiones, de las luchas fraticidas, para tender puentes de diálogo, de encuentro».

Las peregrinaciones –afirma la ORP– no son más que una respuesta al llamamiento que viene de Tierra Santa: «Ayudadnos a ser valientes con la valentía de vuestra presencia como peregrinos».

Más información en www.orpnet.org.

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ZENIT Staff

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