CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 8 enero 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha pedido a las universidades, academias y centros de estudios superiores que hagan lo posible para que ninguna ideología interrumpa el diálogo entre la fe y la razón.
Pronunció su llamamiento al recibir a los representantes de las comunidades académicas de Wroclaw y Opole (Polonia), quienes llegaron al Vaticano acompañados por el cardenal Henryk Roman Gulbinowicz, arzobispo de Wroclaw.
Los compatriotas entregaron al Papa el Laurel de Oro Académico, con motivo del 50 aniversario de la defensa de su tesis para la habilitación a la cátedra de profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellonica.
En las palabras que les dirigió, el obispo de Roma recordó que su habilitación fue la última concedida por esa facultad de Teología antes de que las autoridades comunistas la suprimieran.
«Fue un acto orientado a dividir las instituciones, pero su intento era el de contraponer fe y razón», recordó.
«No me refiero a la distinción que nació en el tardío medioevo sobre en virtud de la autonomía de las ciencias, sino a la separación que fue impuesta con violencia al patrimonio espiritual de la nación», aclaró.
«Sin embargo no me ha abandonado nunca la convicción de que intentos como éstos no habrían alcanzado, en último término, su objetivo», subrayó.
«Esta certeza se reforzaba en mí gracias a los encuentros con científicos y profesores de disciplinas diversas que daban testimonio del deseo profundo de diálogo y de búsqueda común de la verdad», evocó.
Este es el motivo, confesó, que le levó a publicar la encíclica «Fides et ratio», firmada el 14 de septiembre de 1998, en la que afirma: «La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad».
«Vuestra presencia aquí me inspira la esperanza que este diálogo vivificante durará y que ninguna de las ideologías actuales logrará interrumpirlo –concluyó–. Con esta esperanza dirijo la mirada a todas las universidades, academias y escuelas superiores».