(ZENIT – 30 mayo 2019).- En la línea de su empeño apostólico por el diálogo interreligioso y ecuménico, el Papa Francisco se encontrará mañana con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, Daniel III, una de las más alejadas de la Iglesia Católica.
El viernes 31 de mayo comenzará el 30º viaje internacional de Francisco, en esta ocasión a Rumanía, país con mayoría de fieles ortodoxos, frente a un 7,4% de católicos. La Iglesia Ortodoxa Rumana es una de las iglesias autocéfalas integradas en la comunión ortodoxa. Pertenecen a ella la mayoría de los rumanos, el 87% de la población. Por el número de fieles (20 millones entre Rumanía, Moldavia y la diáspora), es la segunda de las iglesias ortodoxas autocéfalas, sólo por detrás de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
En 1999 el Papa San Juan Pablo II visitó Rumanía, invocando el don de la unidad de los cristianos. Para la Iglesia Greco-Católica, esta visita significó el reconocimiento de su sacrificio supremo bajo el régimen comunista, por su fidelidad a la Santa Sede en Roma. Veinte años mas tarde, Papa Francisco visitará varias ciudades de Rumanía, como Bucarest, Iasi, Șumuleu Ciuc y Blaj, invitando a la unidad de las iglesias y al diálogo fraterno.
Recientemente, el Santo Padre ha visitado numerosos países con mayoría de creyentes ortodoxos, como Bulgaria y Macedonia del Norte (mayo de 2019), Georgia (octubre de 2016) Armenia (junio de 2016) o Bosnia-Herzegovina (abril de 2015).
Propiedades eclesiásticas
Las relaciones con la Iglesia ortodoxa rumana, actualmente dirigida por el patriarca Daniel, están hoy en general marcadas por el diálogo, aunque no sin dificultad, para superar las heridas abiertas por el régimen anterior, incluida la antigua cuestión de la restitución a la Iglesia Greco-Católica de las propiedades eclesiásticas (alrededor de 2.600) de la cual fue despojada a favor de la Iglesia Ortodoxa o del Estado.
Estas relaciones comenzaron a registrar el progreso después del viaje apostólico del Papa Juan Pablo II al país del 7 al 9 de mayo de 1999 y después de la histórica reunión con el patriarca Teoctist, sellada por la firma de una declaración conjunta y seguida, en febrero de 2000, por la solicitud pública de perdón del mismo Patriarca por los males infligidos en el pasado a los católicos greco-rumanos.
Continuación del diálogo
Estos progresos se confirmaron con motivo de la visita a Rumania, en 2011, del cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia y, más recientemente, durante la reunión del patriarca Daniel con el cardenal Leonardo Sandri, con motivo de su visita al país de Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en septiembre de 2017.
Además, la «continuación del diálogo» para la reconciliación entre la Iglesia Católica Griega y la Iglesia Ortodoxa en Rumania fue cálidamente fomentada en el 2000 por el mismo Juan Pablo II en la carta apostólica para el Tercer Centenario de la Unión de la Iglesia Católica Griega de Rumania con la Iglesia de Roma sancionada el 7 de mayo de 1700 por el Consejo de Alba Iulia. En la Carta, el Pontífice enfatizó que entre los «méritos» particulares de la Iglesia Católica Griega Rumana se encuentra precisamente «el de haber mediado entre Oriente y Occidente», que comunica a todo el catolicismo los valores del Oriente cristiano, que debido a la división los existentes no eran muy accesibles «y que» a pesar de las muchas dificultades encontradas «en su historia,» ha aparecido cada vez más como un testigo singular del valor inalienable de la unidad eclesial «.
Daniel III
El sexto y actual Patriarca de la Iglesia Ortodoxa RumanaDaniel III, de 67 años, fue elegido el 12 de septiembre –y entronizado el 30 de septiembre de 2007– como arzobispo de Bucarest y Metropolita de Muntenia y Dobrudgea. Anteriormente, Daniel Ilie Ciobotea fue Metropolita de Moldavia y Bucovina.
Las primeras palabras de su beatitud Daniel III como Patriarca de Rumanía fueron: «Expresamos el deseo de servir a la Iglesia. Teoctist dejó una herencia luminosa, rica, que debemos cultivar», declaró tras agradecer la confianza de los electores, los cuales tuvieron que elegir entre tres candidatos impuestos por el Santo Sínodo.
El papa emérito Benedicto XVI felicitó a Daniel, con motivo de su elección como Patriarca de Rumanía, el 27 de septiembre de 2007, con una carta: «Jesús dijo a sus discípulos: ‘Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros’ (Jn 13, 34). El mandamiento del Señor debe llevarnos sin cesar a todos hacia nuevas relaciones, prólogo de la unidad plena».
Relación con Bartolomé I
Francisco tiene muy buena relación con Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de la Iglesia Ortodoxa, con sede en Constantinopla, líder honorífico de dicha Iglesia.
Así, en el 5º aniversario del pontificado de Francisco, el Patriarca de Constantinopla felicita al Romano Pontífice: “Rogamos al Señor Dios que le conceda la fuerza y el valor para continuar su ministerio en el servicio de la Iglesia,” escribió en una carta firmada el 13 de marzo de 2018.
Del mismo modo, el Papa Francisco acostumbra a felicitar a Bartolomé cada año en la festividad de San Andrés Apóstol, el 30 de noviembre. El pasado año, lo hizo con estas palabras: «Le aseguro a Su Santidad mi oración para que Dios, fuente de reconciliación y paz, nos conceda a los cristianos “tener todos unos mismos sentimientos, ser compasivos, amarnos como hermanos”.